jueves, 31 de enero de 2008

Morrissey, Greatest Hits

El 11 de febrero Morrissey, el que fue el vocalista de The Smiths (mi devoción es infinita), sacará sus grandes éxitos en solitario. ¿Quién no los ha escuchado todavía? El single de presentación de este lanzamiento es That’s How People Grow Up, pero la canción que os he puesto es First Of The Gang To Die, uno de sus éxitos que seguro que os suena.

Os dejo con Morrissey, vivito y coleando… todavía.




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miércoles, 30 de enero de 2008

Oscars 2008

Los Oscars de este año traen cola por dos motivos. El primero la huega de los guinistas que directamente puede dar al traste con su tan célebre ceremonia. Olé por los guionistas, dicho queda al magen. En segundo lugar por la nominación de un español como mejor actor secundario y que no hace falta que nombre porque todos los conocéis, pero lo haré: Javier Bardem.

Lo malo de los Oscars es que me da rabia no haber podido ver muchas de las películas porque todavía no se han estrenado en España. Pero hasta el 24 de febrero todavía quedan por estrenarse varias, entre ellas Juno, este mismo viernes. ¿Alguien irá a verla? Si algún sindrogámico lo hace estad seguros que caerá un post. Yo al menos tengo mogollón de curiosidad por verla, aunque a la crítica especializada que he leído no parace gustarle mucho.

Mientras vamos yendo a la salas de cine y al videoclub para completar nuestras listas personales de películas nominadas a los Oscars, os dejo este enlace para que estéis informados de las nominaciones y de los nominados y, si queréis, vamos dejando en comentarios nuestras apuestas.

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martes, 29 de enero de 2008

L'amour fou

Tras deleitarme leyendo Los Subterráneos, -a estas alturas ya me vale, pero, como bien dice Walter, me quedé En el camino-, creo percatarme de que en las grandes historias de amor literarias, al menos en algunas de las que más he disfrutado, los confines que delimitan el raciocinio para dejar paso al delirio,-y no me refiero al delirio amoroso, me refiero al delirio absoluto, a la "folie"-siempre son difusos...
De manera más acusada en ellas, que en ellos... ¿Será porque los autores en cuestión son hombres? ¿Será la vieja historia de la atracción que ellos sienten por la inocencia, la pureza, la indefensión? ¿Será a causa de la fatalidad como concepto inherente al "amor romántico"?...
Lo peor es que nuestras heroínas, siempre deliciosamente tristes, suelen salir perdiendo, ellos nunca las redimen, claro; sin ánimo de hacer un discurso feminista, los pocos casos de redención verdadera que conozco siempre se dan al contrario, nosotras solemos ser la redentoras.

He aquí algunos ejemplos:
-Mardou Fox, en Los Subterráneos.
-La Maga, en Rayuela.
-Justine en la novela homónima de El cuarteto de Alejandría.

Y por supuesto, la Nadja de André Bretón.

Todos ejemplos de mujeres fascinantes abocadas a un destino más o menos fatal, a causa de una inestabilidad que atrae de la misma forma en que aterra.
¿Compartís mi punto de vista?
¿Qué otros ejemplos se os ocurren?

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lunes, 28 de enero de 2008

50 años con Lego

Que Google escriba hoy su nombre en la página de inicio de su buscador con los famosos ladrillos de colores de Lego es indicativo de que algo está pasando. Pués bien, la respuesta es fácil: el fabricante de juguetes danés está de aniversario. Cumple medio siglo con el diseño actual de sus piezas, basado en su sistema de fácil encaje.

En mi caso, tiendo a asociar la marca Lego, del danés leg godt (juega bien), no tanto a estas piezas de construcción (para eso estaba el Tente) ni a sus desconocidos parques temáticos, sino a sus muñecos articulados los cuales siempre eran superados y derrotados por sus rivales, los clicks de Playmobil.

Aunque nunca fui de Lego, aquellos que jugaban con estos juguetes me parecían un pelín raros, he aquí un pequeño homenaje a esta marca, para que siga ayudando a desarrollar y potenciar la imaginación y creatividad de los niños.

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jueves, 24 de enero de 2008

Me muero por una bionade

¿Habéis estado en Berlín? Pues para mí Berlín y bionade son una misma cosa, las tengo íntimamente relacionadas. En Berlín bebí mi primera Bionade, y os aseguro que fue una experiencia inolvidable.

Seguro que muchos pensaréis que exagero, pero todo tiene su explicación: imaginaos un Berlín con un calor de muerte (esto ocurrió en el verano del 2006), a pleno sol en una piscina de los canales (Badeschiff) con arena de playa donde es imposible encontrar un metro cuadrado donde poner tu toalla, y cuando lo consigues rozas con tus dedos de los pies la rodilla del chico de atrás, y cuando extiendes tu periódico la chica de al lado sonríe porque parece que lo quieres compartir con ella. No hay sombras donde guarecerse, la piscina está abarrotada de gente y hay cola por meterse en el agua, y cuando lo haces cubre y no hay manera de coger un hueco en el bordillo.

Cuando todo esto pasa en Berlín es cuando de verdad sabes lo que es tener sed, y por muy buenas que estén las cervezas alemanas, cuando las bebes parece más que te las estás comiendo y no son precisamente refrescantes. En ese Berlín es donde yo probé la bionade: refrescante y delicada a un mismo tiempo… Deliciosa. Mi preferida es la roja: Holunder.

Desde entonces, he conseguido bionades gracias a que me las traía a Madrid mi amigo de Berlín. Pero ahora no puede, porque está en Buenos Aires y porque la psicosis colectiva globalizada impide a los pasajeros de un avión portar líquidos.

Conclusión: ¡¡¡¿dónde consigo yo ahora una bionade?!!! ¿Alguien puede ayudarme a conseguir una bionade? ¿Alguien comparte conmigo esta fascinación? ¿No estoy sola?

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miércoles, 23 de enero de 2008

La vida es par

¿La vida es par o impar?

A mí siempre me han gustado los números pares, especialmente el ocho (par hasta en su nombre), un número redondo. Cuando jugaba al baloncesto siempre intentaba llevarlo como dorsal, me daba la suerte del número favorito y la seguridad de los pares. Porque no nos engañemos, los impares son ariscos e incómodos, puntiagudos. El caso es que así los veo yo, o bien que acabé reduciendo los números a ceros y unos. Bonito y feo. Derecha e izquierda. Blanco y negro. Bueno y malo. Noche y día. Hipopótamo y jirafa. Es la libertad de los números que, careciendo de significado, permiten asociaciones alegres de este calado. Como la vida.

Porque par es el donut de la mañana, tu padre y tu madre, el número de jugadores perfecto para el parchís, la letras de Madrid y de I love you, la línea de metro que me lleva y me trae, el cuerpo de una mujer y tu pareja, la edad en la que uno nace y pierde la virginidad; par son los amigos que te rodean, las horas del día, las estaciones del año y los puntos cardinales.

E impar, bueno, es sólo algo más que suma par. Además de otros desconciertos, lo son los lunes y la Santísima Trinidad.

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lunes, 21 de enero de 2008

Goldfrapp: Strict Machine

¿Os gusta Goldfrapp? Este vídeo es tan sencillo y extraño a la vez como resultón. Hay algo en las imágenes con la música que me flipa… No me hagáis mucho caso, sólo os lo pongo para animaros el día (lunes).


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viernes, 18 de enero de 2008

El fascinante aburrimiento


“Cosas que me aburren y fascinan al mismo tiempo” es una frase rescatada de un comentario que nos dejó Hada Gris ayer. Que sepamos, a ella le aburren y fascinan los modernos y culturetas. Yo hoy no he podido menos que ir pensando en ello en el Cercanías al venir al trabajo.

Por ello, os voy a enumerar todo lo que me ha venido a la cabeza, pero voy a aclarar que cuando digo cosas que me aburren no me estoy refiriendo a las que odio, sino a las que me dan pereza; y respecto de las cosas que me fascinan no son aquellas que adoro o admiro, sino las que me causan un poco de curiosidad; y por cosas me referiré a personas, palabras, actos, situaciones, noticias, etc., vamos, de todo.

Como dice Rob en High Fidelity (Nick Hornby), no tengo temas de conversación, tengo listas (o algo similar), y a los sindrogámicos nos gustan las listas.

Esta es mi lista (“interminada” e interminable) de las cosas que me aburren y fascinan al mismo tiempo:

1. Los pijos y las pijas de este nuestro país
2. Los conciertos en grandes superficies
3. Las revistas femeninas
4. Los ritos religiosos y fiestas folkloricas
5. La ñoñería
6. Leer el horóscopo del día
7. La palabra trendy
8. Las películas que no entiendo
9. Los yankees
10. El lío de la Bruni y Sarkozy

¿Cuál vuestra lista? ¿Qué cosas os aburren y fascinan al mismo tiempo?

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jueves, 17 de enero de 2008

Fiestas de San Antón. El bueno, el feo y el malo.


Los perros son a San Antón lo que los toros a San Fermín: no tienen nada que ver, pero uno los asocia inmediatamente. Esta mañana he dado una vuelta por la animalada de la calle Hortaleza y me he encontrado esta escena. Sonaba Ennio Morricone, por supuesto. Uno de los dos perros acababa de ser bendecido, y el otro iba camino de ello. ¿Cuál es cuál, según vosotros?
(Para más fiestas de San Antón, mitte)

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Receta de puré

Ingredientes:
Triángulo de Amor Bizarro en el CD, olla express, campana de extracción de humos, pila de platos, vasos y cubiertos, batidora y algunas verduras.

Preparación:
1.- Accionar el play de nuestro reproductor del salón. Subir el volumen para que sea escuchado desde la pequeña cocina.
2.- Rescatar el pack de verduras que reposa desde hace días en el fondo del frigorífico.
3.- Pelar y cortar las verduras e introducir en la olla express.
4.- Añadir un par de tazas de agua, un chorrito de aceite y salpimentar.
5.- Tardar unos minutos, otra vez, en cerrar la maldita olla express.
6.- Poner a calentar.
7.- Mientras tanto, optimizamos nuestro tiempo fregando a un metro de la explosiva olla la pila de platos, vasos y cubiertos sucios acumulados en los últimos días.
8.- Una vez comience a pitar, habrá que mantener durante 4/5 minutos la olla en el fuego.
9.- No irritarse cuando la olla cobre vida propia expulsando vapor a nuestro lado. No temáis, difícilmente podría acabar con nuestra vida. Recordad que habéis cerrado correctamente la olla. O no. Da igual. Ya es tarde. En el peor de los casos, quemaduras en el 90% del cuerpo y un buen chichón. Así que seguid fregando y no miréis atrás.
10.- Accionar la molesta campana de extracción de humos y así evitar que la casa huela a repollo durante una semana.
11.- Pasados 5 minutos, abrir la válvula para la despresurización total.
12.- Sinfonía de ruido: la olla expulsando vapor, la campana aspirándolo y el chocar de platos, vasos y cubiertos bajo el grifo abierto. Mantén la calma, este caos sonoro no podrá contigo. Tranquilo. Respira hondo. Acaba de aclarar los platos.
13.- Cuando finalice la despresurización, abrir con cuidado la tapa de la olla.
14.- Por último, accionar la batidora y machacar. Dos consideraciones importantes: no comprobéis con vuestros propios dedos lo afilado de la cuchilla ni os dejéis llevar por la ira o prisa, de otro modo salpicaréis la cocina de sangre o de puré, incluso de ambos los más inexpertos.
15.- Resultado final: una pasta grumosa, densa y de color difícilmente identificable a la que seguro le falta sal.
16.- Salir al balcón, respirar y gritar.
17.- Mañana será otro día.

Por suerte, no tocaba poner la lavadora.

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miércoles, 16 de enero de 2008

Contradicciones en torno a Wes Anderson.

¿Se puede adorar a alguien que, en realidad, no te gusta? A mí me ocurre con Wes Anderson. De sus películas, la única que me mola de verdad es Academia Rushmore. Las demás me parecen deslavazadas, alargadas, insustanciales, ombliguistas y repetitivas. Pero, aun así, siempre siento una curiosidad inmediata por todo lo que hace. ¿Por qué? Me lo he planteado seriamente y creo que es por dos cosas: porque toda su filmografía crea un universo entrañable y porque luego cada cinta por separado trae siempre algún detalle maravilloso. El mundo de Wes Anderson está construido a partir de familias disfuncionales que siempre posan en simetría, colores chillones, música moderna (ay…) y actores tan adorables como Owen Wilson o Bill Murray. ¿Y las pelis? ¿Cuáles son los esos huevos kinder que siempre hacen que merezcan la pena? Academia Rushmore me encantó, sobre todo, porque retrata lo raro con una naturalidad nada estereotipada. De Los Tennenbaums (que casi no me gustó, a pesar de ser la más celebrada) me quedo con el elemento autorreferencial, ese guiño a sí mismo que hace las delicias del pedantillo que llevo dentro. Life Aquatic (mi segunda favorita) tiene a un negro que canta a David Bowie en los rincones más insospechados del submarino, y sólo por eso ya hay que verla. Si queréis saber qué me pareció Viaje a Darjeeling, tenéis que dar el salto a mitte. Y si no, siempre podéis aprovechar para confesar qué otros autores os aburren y fascinan al mismo tiempo.

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martes, 15 de enero de 2008

Dexter

Es inevitable aminorar la marcha al pasar con el coche al lado de un accidente, mirando de reojo con la expectativa y el temor de llegar a vislumbrar algo. Y me viene esto a la cabeza porque recuerdo que en algún sitio leí que alguien describía la experiencia de ver Dexter como “contemplar un choque entre 2 trenes” y me pareció un símil razonable. Dexter es la historia de un forense experto en salpicaduras de sangre que durante las noches se dedica a limpiar la ciudad de delincuentes. Y lo hace sin escatimar en sangre y casquería, con una crudeza que ha hecho que muchos amantes de lo políticamente correcto se echen las manos a la cabeza (grande Casciari, como siempre). Pero no hay porqué alarmarse, porque lo que podría haber sido una versión más o menos refinada de “Yo soy la justicia” de Charles Bronson, se convierte, gracias a una acertadísima definición de personajes (grande Jennifer Carpenter) y a una voz en off que nos guía por la mente del psicópata, en un retrato tan profundo como bien construido de los intentos de un hombre vacío por encajar en una sociedad que demanda una constante exposición de sentimientos, por construir una máscara que se adecúe a las expectativas de sus semejantes. Con dos temporadas ya emitidas, Dexter es ahora mismo una de las series más interesantes que se pueden ver, algo así como el reverso tenebroso de C.S.I. Miami. ¿Alguna pega? Pues sí. Confieso que nunca me ha interesado demasiado “el origen del mal”; nunca he tenido necesidad de conocer los traumas de adolescencia de Darth Vader ni los problemillas de Hannibal Lecter con los nazis, y simplemente me ha aterrado y fascinado la capacidad de los supervillanos de hacer el mal por el simple hecho de hacer el mal, por el simple morbo de mirar el accidente. Y en Dexter el trauma del protagonista – que sí, que es para salir loco - está presente a lo largo y ancho de toda la serie, llevando en algún momento a giros que rozan lo rocambolesco (¿el final de la primera temporada no está un poco cogido con hilos?). Una ligera mancha (roja) en una serie que, en muchos momentos, roza lo sublime, con un Michael C. Hall en auténtico estado de gracia. Obligatoria, pues.

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lunes, 14 de enero de 2008

Ángel González, un poeta

Pétalo a pétalo, memorizó la rosa.
Pensó tanto en la rosa,
la aspiró tantas veces en su ensueño,
que cuando vio una rosa verdadera
le dijo,
desdeñoso,
volviéndole la espalda:
-mentirosa.


Ángel González, 101+19=120 poemas

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viernes, 11 de enero de 2008

Adele Adkins: Chasing Pavements *IN SYNCH*

Esta chica postadolescente londinense está pegando fuerte y con razón. ¿Habéis escuchado su voz? De lo que he leído de ella saco lo siguiente: no es feminista, cuando tiene dinero en el bolsillo no duda en gastárselo todo en ropa y odia a la gente tímida y reservada. No es santo de mi devoción, pero como yo solo la voy a escuchar cuando canta… Aquí tenéis su sitio web, por si os interesa ampliar información. Yo os dejo, que me he enterado que Cat Power tiene una versión en español de angelitos negros.

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miércoles, 9 de enero de 2008

Deliciosa Marilyn

Marilyn Monroe es de esas personas a las que admiro con todos sus defectos, no me preguntéis por qué. También es una persona que hace que me contradiga a mí misma en muchas cosas, por ejemplo, ¿he dicho yo alguna vez que me gustan los finales trágicos?, pues bien, a ella le perdono un The End tan cursi y feliz como este.

Que disfrutéis estéticamente de esta escena, no tengo ninguna otra pretensión. (El hombrecillo es el italofrancés Yves Montand.)



Sugerido por Francesco Pasolini
(y corregido por NáN)

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lunes, 7 de enero de 2008

Deseo, peligro y sexo en el cine.

El otro día tuve una interesante conversación con mi amigo sobre Deseo, peligro. Por si alguien no lo ha deducido del título, la nueva película de Ang Lee es un Instinto básico a lo oriental. O lo que es lo mismo: una película donde hay mucho sexo. Y aquí es donde mi amigo y yo nos peleábamos. Él opinaba que Lee había filmado las escenas de cama con mucha elegancia, y yo le contestaba diciendo que para mí, el sexo en el cine me parece un recurso tan vulgar que me cuesta valorarlo en términos estéticos. Ya hemos discutido alguna vez sobre sexo y cine en Sindrogámico, pero como estas cosas molan, retomo el debate. Hablemos de polvos fílmicos. ¿Sabéis esos montajes con música que siempre salen en las pelis malas? Pues tal y como yo lo veo, el sexo en cine viene a ser la versión marrana: una forma fácil y poco original de entretener al personal. Cuando le decía a mi amigo que me cuesta valorar una escena de sexo en términos estéticos, lo que quería decir es que estas escenas sólo ofrecen matices cuantitativos, no cualitativos. Para clasificarlas, yo siempre utilizo el baremo de "los cuatro cuántos": cuántos agujeros se usan, cuánto vello púbico se ve, cuántos personajes intervienen y cuántas posturas ponen en práctica. Más allá de estos "cuatro cuántos" no hay nada. En el caso de Deseo, peligro, Ang Lee opta sobre todo por el último "cuánto": uno no sabe si los protagonistas están follando o jugando al enredo. Ahora, pensad en películas marranotas y comprobad cómo siempre hay un "cuánto" que la describe. Y si queréis leer un poco más sobre Deseo, peligro, visitad mitte.

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Las sorpresas del roscón

La mañana de reyes me levanto de un tirón, no para ser la primera en abrir los regalos, sino para preparar un delicioso chocolate a la taza donde mojar el roscón. Partirse un pedazo de roscón es abrir mil incógnitas: ¿qué sorpresa guardará?, ¿me tocará a mí?, ¿tendrá una maldita haba o una figurita?, ¿los de nata tenían también sorpresa?, ¿si me toca figurita pago yo el dineral que cuestan ahora los roscones?, ¿era en la pastelería del papel que lo envuelve el del año pasado tan bueno?,etcétera, etcétera, etcétera.

El caso es que luego todo son decepciones. Si no te toca una brujita a la que le han pintado los ojos fuera de las órbitas, te sale un anillo de plástico. Y te quedas pensando si esa figurita te marcará el año que acaba de comenzar...Terror.

Este año me ha tocado la figurita a mí (tampoco era muy difícil que no fuera así) y, aunque es una figurita como las de siempre, me ha sorprendido el motivo. ¿Queréis saber qué es? Un pingüino saxofonista. ¿Cómo marcará este pequeño pingüino musical mi año? ¿A vosotros qué os ha tocado?

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domingo, 6 de enero de 2008

Tideland

El año pasado fui al cine muy poco y vi, en general, pocas películas. Este tiene visos de ser totalmente distinto. Ya por lo pronto me he visto películas que tenía pendientes como Paradise Now o La Naranja Mecánica (podéis echarme la bronca, venga). Y el viernes me fui a ver mi primera película del año en cine: Tideland. Empezar el año con fantasía es un privilegio. Empezarla con una fantasía que además es real es casi un milagro. Pero los milagros existen sin necesidad de curas de por medio, más bien gracias a creadores tan buenos como Terry William, el director. También gracias a un reparto de actores espectacular y al guión. No sé cómo está calificada la película, pero no vayáis con vuestros sobrinos, hijos o los niños que tengáis que cuidar en estas fechas, porque aunque la protagonista sea una niña a la que vemos leer Alicia en el País de las Maravillas, también la podemos ver preparando, en la primer escena, un pico de caballo a su padre, e imagino que querréis evitar preguntas incómodas... ¿o los niños deben saber estas cosas?

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viernes, 4 de enero de 2008

Jazz en el Central


Harta ya de música enlatada en lugares enlatados, nada como comenzar los primeros días del año con música en directo, un verdadero placer. Ayer nos juntamos unos amigos en el Café Central a escuchar a un cuarteto de jazz liderado por un saxofonista tremendo, José Luis Gutiérrez. Con una copa de oporto rojo delicioso, nos deleitamos con música realmente buena. Todo el cuarteto, piano, saxo, batería y contrabajo, estuvo genial y este post es solo un homenaje a ellos y a la supervivencia de los locales que todavía tiene la osadía de ofrecer música en directo para el pequeño público y los pequeños músicos, pero no por eso menos valiosos ambos.

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