Licenciada por el Opus
Cuando te topas con el Opus Dei suceden dos cosas contradictorias, por un lado te ríes de lo mojigatos que son, de lo simplón de sus argumentos, etc., pero también sucede que te asustas porque no te explicas cómo la gente se traga eso, y “eso” resulta que es algo que te denigra a ti.
Me explico con un ejemplo: su Proyecto Genia. De coña, vamos. Consta de cinco niveles con los siguientes temarios con mayúsculas: Entorno Familiar, Estudio/Cultura, Hogar y Protocolo... ¡y sólo para chicas!
¿Ya te estás empezando a reír? Pues esto no es nada, aquí te dejo algunas de las sesudas asignaturas que han de superar las estudiantes opusinas:
- En un plis-plás: la limpieza del calzado (lo del plis-plás me mata)
- Telebasura (esta es fácil: para ellos todo)
- Paso la mopa o barro, ¿por qué me decido? (la verdad es que este dilema filosófico lleva siglos discutiéndose)
- Cómo se valora buen cine (se valora tapándose los ojos en las escenas de se*o)
- Vocabulario e interpretación de recetas (esta es mi favorita, por lo técnico)
- Patata cocida, patatas fritas y puré de patatas (son conceptos que no se deben confundir, ¡a ver si vas a enfadar al marido!)
Te has descojonado, verdad, pero… ¿a que empiezas a sentir un escalofrío?, ¡uahahahahahahahaha!