Los gatos de Estambul.
En mi vida he estado en un sitio con tantos gatos como Estambul. Allá donde mires hay un gato: en una tienda, en un cementerio, en un árbol. Y siempre tan tranquilos, además. El tópico del gato que se rasca la barriga se cumple a rajatabla en esta ciudad. Puedes pasar a su lado y ni siquiera se inmutan. Yo, como soy un fotógrafo muy lento, saqué un gran partido a esta circunstancia. Hice muchas fotos de gatos, pero sólo voy a enseñaros ésta. Me gusta el contraste entre el animal tranquilo y el cartel que hay detrás. En el mismo instante en que él dormitaba y yo hacía turismo, Israel estaba bombardeando el Líbano.
6 comentarios:
Yo quiero ir a Estambul, y si me dices que hay gatos por todas partes así de panchos como el de la foto a los que te puedes acercar y acariciar mientras cierran los ojitos y se estiran para darse la vuelta y seguir dormitando... Creo que tengo que ir, y pronto. ¡Qué envidia, Rfa.!
Rafa se ha olvidado (aquí estoy yo para añadirlo, no te apures querido)de comentaros mi teoría sobre los gatos: ¡Su idioma es el turco! Es por esa leve diferencia idiomática que en España salen pitando cada vez que se les acerca una persona! ¿O qué pensabais? ¿Que años de ser apedreados y escupidos por los embrutecidos chiquillos de los pueblos españoles les habían servido de escarmiento?
Eeehh... ¿Alguien sabe turco? Es que me gustaría decirle a mi gata que soy inocente...
A mí se me da mal hablar a los gatos ¿verdad, n.? Por cierto, mi gatita, que recogí en la calle, tenía un miedo espantoso a los niños: en cuanto alguno se le acercaba no les hacía nada, se quedaba quieta y cuando más o menos veía que estaba cerca se erizaba, bufaba y se metía un sitio inalcanzable. No ocurría así cuando alguna persona "alta" se le acercaba, aunque tampoco era muy cariósa, solía irse. Los gatos suelen tener: tú eres su exclusiva. Mi gata lo tenía y era maravilloso.
Je, je, Magapola, seguro que no se te da mal, es que hay algunos gatos que son muy cabrones. A mi personalmente me inquietan, no sé si será un remanente de aquella noticia que leí hace un porrón de años en aquel gran periódico ya desaparecido, Noticias del mundo, que afirmaba con su rigor periodístico habitual que 1 de cada 3 gatos son extraterrestres (¿cómo harían esa estadística?), y que se nota cuáles son porque son los que salen con más frecuencia y los que se quedan mirando la televisión atentamente (registrando información para la nave nodriza, supongo). Eso sí, para cabrones, los niños, eso es cierto.
Jo. Cuanto amor gateril junto. Yo no soporto a los gatos, cada vez me gustan menos. No los entiendo ni ellos me entienden a mí. Mi cuerpo ha decidido hacerse cargo de ello y me ha convertido en alérgico. No puedo estar en casas donde haya habido, haya e incluso habrá, un gato. Curiosamente ya que hablas sobre esa gran cantidad de gatos en Estambul, hace poco encontré este divertidísimo post sobre la gran cantidad de perros en Atenas y a qué se dedican:
Perros griegos
Espero que te guste ésta:
http://davidllada.blogspot.com/2007/01/imgenes-de-estambul-i-gatos-tomando-el.html
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