lunes, 27 de diciembre de 2010

Laura Casielles, un idioma común

Casi no leo poesía, y cuando algún libro en verso cae en mis manos me entra cierto nerviosismo en las puntas de los dedos y pienso si estaré a la altura de su contenido. Normalmente con la novela me pasa lo contrario, pues pienso si estará a la altura de mis gustos. Una tranquilidad poco cotidiana me embarga cuando leo un verso y soy capaz de hacerlo mío. Me pasa poco, pero me ha pasado con Laura Casielles.

PRIMERA CONJUGACIÓN

Encontrar las palabras
elementales. Aprender
cómo decir perdón en el idioma del que irrumpe,
y buenos días, y toma,
y he venido a conocerte, aprender
cómo decir gracias en el idioma
de los que también rasgan
y también
se desgarran,
cómo decir
café, cariño, patria,
shalom, salam aalaikum, aprender
cómo se dice pasa, entra, esta es mi casa
en un país al sur del que apenas
quedan ruinas, aprender
obrigada, spasiba, aprender
qué colores no existen en las lenguas de África.
Y cómo responder que sí en Pekín.
Llegar a las ciudades y descubrir
los entresijos del mercado,
entender,
aprender
cuál es en cada tierra
la etimología de alma, y de qué modo
saludaban al miedo mis bisabuelos.
Encontrar las palabras elementales.
Y luego hablar.

4 comentarios:

NáN dijo...

Como yo no le tengo respeto alguno a la poesía, y no mido si puede entrar en mi casa sin que se sienta avergonzada, temerosa de una violación grosera de sus códigos y su historia, leo poesía con más facilidad que las crónicas del Marca.

También puedo decir, sin más asuntos, que me gusta mucho el idioma de partida de esta chica.

Anónimo dijo...

Si ya lo sé, Nán, que es una tontería, es porque no leo mucha poesía y digamos que no tengo los mecanismos que me dan seguridad para valorarla, pero parace que ya menos, ya menos...

entrenomadas dijo...

Pedazo de poema.
Tomo nota,

Un saludo,

Marta

LA DESGRACIÁ dijo...

Y aprovecho la poesía para felicitarte el año.

Besos