viernes, 7 de noviembre de 2008

Reflexiones en torno a las caras.

Las únicas fotos que me interesan son las fotos de personas. En marzo, no sé si os acordáis, os conté que tengo la costumbre de ir por ahí haciendo retratos de caras anónimas. Y ahora os escribo de nuevo para darle otra vuelta a esa misma idea. ¿Qué pasa si, en lugar de fotografiar un rostro, lo que fotografías es un cuerpo sin cabeza, como el de este mecánico? En la mayoría de los casos pasa que pierdes el toque genuino y te quedas sólo con el arquetipo, el tópico hecho carne. Pero también pasa que generas una ligera curiosidad en el espectador, que durante un segundo le obligas a preguntarse cómo será el dueño de ese cuerpo. La cuestión me parece tan sugerente que cuando fui a Estados Unidos me dediqué a hacer pruebas con mi cámara. Si sentís curiosidad por saber lo que salió, podéis dar una vuelta por el bar Estocolmo de Madrid, que es donde estoy exponiendo las fotos. Aquí tenéis el flyer (diseñado por n.). Y si lo que os intriga es la cara que hay encima de este cuerpo, entonces entrad en mitte, porque allí está su historia.

7 comentarios:

Walter Kung Fu dijo...

Como te comenté ayer, me gustaron mucho las fotos, especialmente la de los mineros con el perro. Es justo recomendar una visita al Estocolmo, para ver tus fotos, tomar una cerve y degustar uno de sus perritos, hamburguesas o pitas.

Rfa. dijo...

Me alegro mucho, Walter. No puedo colgar todavía la foto de los mineros porque no es el momento, pero sí que puedes echar un ojo a esta otra, que es del mismo día.

NáN dijo...

Me uno a Walter, pero (hoy, que cambio mucho) coloco como mi preferida esta.

Estas fotos "sin pies ni cabeza" resultan inquietantes. Estamos hechos a enfrentarnos a todo tipo de rostro, aunque sea para acojonarnos. Pero estas guardan un misterio, al dar información solo sobre el "tipo" de persona. No sobre la atracción o el temor que podría provocarnos.

No sé si me explico bien.

Además, fue un placer veros a tantos de vosotros.

Y ya que he hablado de "temor", la palabra de verificación es:

spantr

Anónimo dijo...

A mí no me inquieta un mecánico sin cabeza en su taller, por raro que resulte, me inquietaría si no tuviera mános (¡es un mecaníco!), así que me tranquilza que las de este hombre (porque no es una mujer, aunque no tenga cara) estén en primer plano. A veces la expresión de alqguien no me interesa tanto como su actitud, y para eso no hacen falta caras.

d. dijo...

Te interesará leer un capítulo de las "Mil mesetas" de Deleuze-Guattari, llamado "Año cero: rostridad". En él, entre otros millares de cosas, hablan de la asociación que hay entre ser y cara en el mundo occidental, que al parecer no existe en otras culturas. Resulta, Rfa., que con tu cámara has estado haciendo filosofía.

Ana dijo...

Para cuando vuelva por Madrid ya no estarán expuestas, pero la he recomendado a una amiga que vive ahi.
Me parece interesantísimo la dualidad que provoca la foto, la deshumanización por un cuerpo sin cabeza y la curiosidad que genera querer conocer qué cara tendrá cada cuerpo. ¡Muy bueno!
Un abrazo

María Rogel (Lapor) dijo...

hola. A ver is me paso a ver las fotos, aunque la que pones de ej da un poco de miedo.. Me imagino a a un tipo con cara de psicópata, sugestión? jeje. Es que me ha venido a la cabeza el mecánico de "U, giro al infierno", personaje inolvidable donde los haya. Cómo se le va la olla.. te acuerdas de él? saludos