sábado, 6 de octubre de 2007

Varsovia.

Hace algún tiempo n. inició la sana costumbre de escribir sobre lugares del mundo donde habíamos estado. La idea me pareció tan fantástica que ahora yo hago lo mismo y escribo sobre Varsovia. O, más concretamente, sobre un edificio de Varsovia: el Palacio de la Cultura y las Ciencias. Aunque este rascacielos recuerda mucho al Empire State de Nueva York, se concibió como un símbolo de la Unión Soviética. Manda huevos, ¿eh? La historia es la siguiente: los rusos querían hacer un regalo a los varsovianos y les dieron a elegir entre una red de metro o un rascacielos. Y los varsovianos, infelices, escogieron el edificio. Gracias a aquella elección, la ciudad actual tiene una red de transporte público irrisoria y un gigante inútil sobre el que las guías de viajes hacen chistes fáciles. A mí me impresionó saber que los Stones habían dado aquí su primer concierto al otro lado del telón de acero. Sobre todo, porque uno nunca se imagina que se pueda dar un concierto dentro de un rascacielos. Si os gusta la foto o sentís más curiosidad sobre Polonia, podéis echar un vistazo también en mitte. Allí he comenzado una serie monográfica y, durante algún tiempo, iré colgando más imágenes con anécdotas del país. La serie se llama El jinete polaco en homenaje a la novela de Antonio Muñoz Molina, que me gustó mucho.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre me ha parecido que todo lo que viene de esos países es frío.

Anoche vimos "Promesas del Este" y los cuatro confesamos que nos habíamos aburrido soberanamente, pero luego hablamos animadamente sobre la peli. Ya en casa, L me dijo "es aburrida porque es fría, como ellos, ha sido rodada tal como son ellos, y nos deja fuera".

Quizá. Y ahora veo tu foto, con todo tan vacío, como la que pones de la toma lateral en mitte, con las calles igual de vacías, y me parece que todo está relacionado.

¡Que San Jutipriciano nos socorra cuando se cumpla lo prometido!

Rfa. dijo...

Al contrario que a ti, NáN, Promesas del Este me pareció una película maravillosa.
Respecto a la supuesta frialdad de los polacos, yo diría que es un pueblo forzado a la desconfianza, y que eso les hace parecer distantes. Sometidos durante siglos por sus vecinos, borrados incluso del mapa, sus recelos con respecto al extranjero tienen cierta justificación histórica. En cualquier caso, Varsovia es una ciudad desangelada porque la destruyeron completamente durante la Segunda Guerra Mundial y, cuando decidieron construirla de nuevo, aplicaron principios urbanísticos de escala sobrehumana.
Sigue leyendo las historias que iremos colgando en mitte, a ver si entre todos conseguimos hacernos una idea de cómo es ese país en realidad.

Anónimo dijo...

¿Y en la calle no había ni dios? ¿Y quién es el señor de la foto colgando?

Cuantas preguntas, necesito viajar más...

Pat dijo...

Lo más cerca que he estado de polonia es cuando en el instituto me llamaban la polaca por ser del Barça...
No he visto la peli, la dejo para el sábado. Ya os contaré.