lunes, 28 de mayo de 2007

Lars Von Trier: El jefe de todo esto

Reconozco no ser super fan de Lars Von Trier, pero tampoco me disgustan sus películas ni tengo una mala opinión de él. Confieso el pecado de no haber visto ni Rompiendo las olas ni Dogville. Por eso, si os estáis preguntando por qué he ido a ver El jefe de todo esto, no me extrañará nada. La verdad es que cuando decidí ir a verla no fue porque fuera de Lars Von Trier, sino que simplemente ese fin de semana era el que terminaba con un entresemana terrible de trabajo y me apetecía relajarme un rato, y pensé que la mejor opción era salir al cine, ver una peli, ¿y qué mejor que una comedia precisamente sobre lo que me estaba agobiando para quitarle hierro? Y ahí estaba Lars Von Trier con precisamente eso. Así que fui a verla. Pedí la entrada a la taquillera de los Alfaville (¿Golem?), pagué en efectivo (reivindicación: ¡cuándo poder pagar con tarjeta!), me hicieron el rajado de rigor y bajé a la sala. Estaba llena y yo me senté en el ricón que había elegido.

Y quí se acaba todo para los que no quieran serguir leyendo y quieran quedarse con la intriga. Los que sí, ya sabéis, leer más, os prometo no destripar la película.

De la "cultura trivial", o algo así, empieza a decir el director que va la película que vamos a ver a continuación. Curioso concepto en estos tiempos en los que no paramos de oir que la cultura es el interés que está por encima de todos los demás.

Al principio me costó encajar la situación que se planteaba, aunque parece muy simple: un tipo al que se le contrata para que actúe en la vida real. ¿Con qué fin? Al principio solo para salvar una situación puntual, pero luego aparecen ciertas complicaciones que harán que deba interpretar el papel en otros frentes. Su pepel es el de jefe (y con esto no desvelo nada). Pero no es cualquier jefe. Os pongo un ejemplo, cuántas veces habremos oído decir en el curro: "esto hay que tenerlo para mañana... ¡órdenes del de arriba!". Pues el de arriba es el jefe de todo esto. ¿Y quién es? Eso da igual, porque cuando por fin aparece el jefe de todo esto, ¿quién nos dice que no existe un jefe del jefe de todo esto?, y así indefinidamente... Esa es la situación retorcida, estúpida, y poco creíble que plantea esta película, pero que, sin embargo, y precisamnte por eso, te hace reír.

Sí, yo me reí, porque me parece un planteamiento perfecto para una comedia: unos tipos serios que se comportan como críos y se tragan cualquier estupidez por la única razón de que lo que ha decidido el jefe de todo esto, al que no conocen. Es como cuando a un niño le dices que si se porta mal los reyes le van a trae carbón y entonces consigues que se coma toda la cena.

Lo técnicamente novedoso de la película es que está rodada mediante el sistema de Automavisión (y ahora debería añadir un "c" de copyright, pero me parece absurdo): desarrollado para limitar la influencia humana y dejar la puerta abierta al azar... Y os contaría más pero no quiero aburriros y me parece mucho más interesante que si ya hay alguien que se ha molestado en explicarlo pues para qué repetirse. Mi opinión es que el resultado que se consigue tampoco es tan innovador, no es nada del otro mundo, pero me parece un opción de la que, experimentando más, puede sacarse de ella cosas divertidas, interesantes...

Sobre la película (treailer, fotos, entrevista con el director, etc.) entradad en la página oficial , y sobre lo que opinan algunos sobre Lars Von Trier y el dogma, por ejemplo, aquí .

Luego me contáis, ¿vale?

8 comentarios:

Rfa. dijo...

Como bien indicas, Magapola, en mitte también hemos opinado sobre el tema. Yo todavía no he visto El jefe de todo esto, pero me han dicho que no es para tirar cohetes. Eso sí, quiero hacer una puntualización: si no se nota el planteamiento de Automavisión es precisamente porque no debe notarse. Al fin y al cabo, lo que el señor Von Trier persigue es que no quede huella de su trabajo, de su visión del mundo. Una utopía, claro, pero después de tantos años buscando lo mismo, Von Trier debe de creer realmente en ello. De cualquier modo, a ver si esta semana tengo un hueco y me acerco al cine. No se puede ir por la vida opinando sin haber visto, ¿no?

Anónimo dijo...

En esta película, Rfa., creoq ue Lars Von Trier sí quiere que se note que está, porque sale en ella y, además, explicando y presentado la historia... ¿Estamos ante un cambio?

Alis dijo...

Precisamente el hecho de que Lars von Trier aparezca al principio presentando su obra confirma, además de su ego desmedido, la diferenciación de la película en sí respecto de esa imagen primera de presentación. Lo que vamos a ver es diferente de la imagen cinematográfica tradicional, y la escena del principio está ahí para que constatemos esa diferencia.

En cuanto al Automavisión, a mí también me parece muy interesante, como toda propuesta original e innovadora. No obstante, no dejo de preguntarme si no será un poco contradictorio que, persiguiendo la verdad en el cine, haya acabado matando lo que de vivo había en él, puesto que aquí la figura del operador de cámara, del montador, etc. se ven sustituidos por la máquina y el azar. Realidad sin contaminaciones mediáticas ni de gustos personales, sí; pero realidad sin vida.

Y conste que la peli no la critico, puesto que no la he visto todavía, ¿eh?

jazzman dijo...

He leído que el enfoque al ser automático, continuamente la imagen se desenfoca y vuelve a enfocar provocando un efecto cuando menos inquietante y exasperante. ¿Has notado algo?

Anónimo dijo...

La verdad, Jazzman, no sabía nada de esa técnica cuando fui a ver la película. Me enteré después al leer la sinopsis (¡nunca las leio antes!). Inquietante y exasperante sí que era en momentos la película, pero por yo lo achaqué a los personajes, al ambiente de silencios, al tipo de oficina, a la frialdad... ¿Que todo eso lo creo la Automavisión? Pues no sé, pero eso también se puede crear sin ella, ¿no?

Lo mejor es que vayáis a verla y opinéis por vosotros mismos, por lo menos merece la pena.

Rfa. dijo...

Lars von Trier tiene el paradójico honor de ser el creador que acabó con la figura del creador. Por eso es inevitable que se rinda homenajes a sí mismo de vez en cuando, ¿no? Me muero por ver esa peli, Magapola. Malditos exámenes...

Anónimo dijo...

La película es un divertimento, un desengrasante para Von Trier. Quería alejarse de las producciones "grandes" y rodar en danés. No es una maravilla como me parecen otras películas suyas (para mí la mejores son "Dogville" y "Rompiendo las olas", aunque la frescura de "Los idiotas" es irrepetible). Lo del Automavisión no lo sabía, y me alegro. Aún queriendo innovar y hacer cosas "raras" Von Trier me parece uno de los directores con historias más fuertes, con ideas buenísimas y lo más importante, que me llega por lo que cuenta y por la reacción que te provoca su cine. Esta película es divertida, con su puntito de reflexión, y ya está. Pero eso ya es mucho.

mikto kuai dijo...

Yo me aburrí muchísimo viendo la peli, de hecho, no me salí del cine porque las nuevas butacas del Alphaville son estupendas para arrepanchingarse y echarse un semi-sueño. También me reí un poco, porque la peli tiene sus momentos, la idea de la película (me refiero a su historia) me gustó, pero en mi opinión no funciona tal y como está llevada, porque a los treinta minutos la curva de mi interés caía ya en picado.

Con respecto al Automavisión, yo también me enteré al salir del cine leyendo las típicas hojas que dan sobre las películas en los cines de v.o.s., y me hice la misma pregunta que durante la peli: ¿por qué hace esos planos, esos encuadres? en realidad sin darle mucha importancia (tal y como ha evolucionado el cine tampoco es que tenga mucho protagonismo) ¿para qué el Automavisión?, ahora lo pienso otra vez y todavía no le veo mucho sentido, primero se dice de él que es un sistema para limitar la influencia humana y dejar la puerta abierta al azar con el fin de proporcionar a la obra una visión “sin ideas” libre de la fuerza de la costumbre y de la estética, creo que es la cuarta vez que leo la frase y de verdad que no termino de pillarla teniendo en cuenta que se limita la influencia humana, es decir, que influencia humana hay y la cuestión es limitarla... ¿para qué?... ¿para minimizar la costumbre y la estética? ...mmm... Y sobre el final se dice que no se realizan cambios de colores, no se manipula la imagen ni se hacen mezclas de sonido, ya que el material se transfiere directamente a la copia final, bien, esto si parece tener más sentido: se busca un cine en el que la post-producción se minimice (como ya ocurriera con Dogma 95) con el fin de dar mayor accesibilidad a los medios (a la tecnología): cuanto más accesibles se hacen los medios, más importante es la vanguardia (Manifiesto Dogma).

En fin, que la película suspenso y Automavisión aprobado raspado, para mi no está a la altura, al menos como concepto, de ese, así lo dice el manifiesto, acto de sabotaje que es (¿"era"?) Dogma 95 y que tiene como fin formal luchar contra ciertas tendencias del cine actual.

Joder, viva lo escueto, menudo ladrillazo, de verdad que no hago concurso de "voy a superar mi ladrillo anterior".