Fernando Alfaro: discografía
Fernando Alfaro y los Alienistas – Carnevisión (Los enanos gigantes, 2007). Las cartas sobre la mesa: creo que Fernando Alfaro es, junto a Antonio Luque y cada uno en su terreno, el mejor compositor español vivo, o al menos el que mejor sabe encajar todas las esdrújulas de nuestro idioma en sus partituras. Sabe más el perro por viejo que por perro, y “Carnevisión” funciona como una revisión del legado de Alfaro hecha por el propio Alfaro, un paso adelante con conciencia plena de los propios logros, sin nostalgias. El arranque con “Los cuatro vientos” y “Uh la la qué fácil es” demuestra la facilidad de Alfaro para facturar pop perfecto, mientras “Problemas de sueño” y “Luz de gas” emocionan como ya lo hacía “De aire” en “Los diarios de petróleo”. Las novedades aparecen en el cuarteto formado por “La hora de los verdugos”, “Queda expulsado de la especie humana”, “Silverio tenor de la comarca” (la que más recuerda a los primeros Surfin' Bichos) y “La mancha interior”, canciones de alto contenido político que buscan la conexión entre pasado y presente, con el miedo a repetir los errores del pasado presente mediante múltiples referencias al nazismo , retratos de verdugos berlanguianos y unos coros rusos puntuales que todavía no he podido decidir si me encantan o me espantan, aunque desde luego sorprenden. Acaba “Derringer derrengado” y uno no puede más que dar gracias a Fernando Alfaro por seguir compartiendo su particular universo. Grande. 7
Tras el fracaso de la negociación con Sinnamon, Fernando Alfaro ha fundado Los enanos gigantes junto a Mariano Tejera para publicar “Carnevisión”. Simultáneamente a su salida al mercado hoy 14 de mayo, el disco se podrá descargar gratuitamente de su MySpace. Oídlo y, si os gusta, compradlo. Merece la pena. Y, a continuación y como homenaje, un repasillo al legado de Alfaro tras "Leer más"...
P.D.: Mucha más información en Perros felices.
Surfin' Bichos
La luz en tus entrañas (La fábrica magnética, 1989). Rock bastardo (sic) desde la Mancha. Una producción desafortunada (esas trompetas tan feas…) resta algo de pegada a la primera colección de himnos de Alfaro, con canciones emblemáticas como “Aráñame con cariño”, “Un perro feliz” o “Gente abollada”, su “Walk on the wild side” particular. Una debilidad: “El rey del pegamento”, una preciosa y perezosa descripción de la locura, que no sé porqué siempre me hace pensar en un mítico personaje albaceteño más que aficionado al pegamento y que, según cuenta la leyenda urbana, se tiró desde el puente de Villacerrada – 10 metros aprox. – por 500 pesetas. 8
Fotógrafo del cielo (BMG Ariola, 1991). Aunque arranca a lo bruto con “Escocido” y “¿Qué clase de animal?”, en “Fotógrafo del cielo” se pulen las aristas y Alfaro demuestra que es capaz de facturar pop de muchísimos quilates, con maravillas como “Rifle de repetición” y “Dulce mal trago”. Dos debilidades: “La oración del desierto”, brutal descripción del crimen de La Pajarita desde el punto de vista del criminal y “Un alud de septiembre”, probablemente la mejor canción que ha compuesto jamás Alfaro, con una recta final que eleva y cura. 9
Hermanos Carnales (BMG Ariola, 1992). La idea inicial era publicar un disco doble, con cada uno de los discos dedicado a uno de los hermanos que interpretaba Jeremy Irons en “Inseparables” de Cronenberg. La discográfica abortó la idea, y finalmente “Hermanos carnales” se publicó como disco sencillo, convirtiéndose en un clásico instantáneamente. Ampliando el registro, entre sus 16 canciones caben desde la bossa de “Abrazo en un terremoto” al pop perfecto de “Efervescente”. Rozaron la fama con “Fuerte!”, su canción más popular, utilizada en su momento en las campañas publicitarias de la ACB, aunque finalmente todo fue un espejismo. Una debilidad: “Viaje de redención”, con un glorioso duelo de guitarras final. 9
El amigo de las tormentas (BMG Ariola, 1994). Tras el vaciado creativo de “Hermanos carnales”, Alfaro y los suyos publican el que desde el principio se ha considerado su “Trompe le monde” particular. Anunciado como su disco heavy, las guitarras se amplifican únicamente en “Si tengo que cambiar” y “Comida china y subfusiles”. Pocas veces una despedida ha sonado tan emocionante como “El final de una quimera”, ni un grupo ha sabido poner un punto y final tan emotivo como “No puedo hacerlo solo”. Punto y final. 8
Chucho
78 (Virgin, 1997). Con la mandíbula apretada, Alfaro airea sus fantasmas personales en el que probablemente sea su disco más oscuro. Como novedad, sutiles arreglos electrónicos en canciones como “Sin piel”, un precioso homenaje a los inadaptados. Una debilidad: “Un ángel turbio”, que abre una devastadora trilogía de canciones que homenajean a un amigo desaparecido y que completan “Magic” y “Ricardo Ardiendo”. Y una curiosidad: “El detonador EMX-3” apareció en la banda sonora de la terrible “Abre los ojos” de Amenábar. Y, como siempre, no pasó nada. 6
Tejido de felicidad (Virgin, 1999). Entra luz por las rendijas, y canciones como “Magic”, con homenaje a Chic incluído, incluso se pueden bailar. Mezclando los ladridos marca de la casa (“Perruzo”, “Hamorambre”, “Alicia rompecuellos”) con elegantes arreglos orquestales (“Aguacero al infinito” o “Mi vida con fiebre”, construidas sobre composiciones de Amenábar para “Abre los ojos”), “Tejido de felicidad” ofrece a ratos la cara más optimista de Alfaro. Imprescindibles: “Magic”, “Mare Nostrum” y “Una nueva vida”. 8
Los diarios de petróleo (Virgin, 2001). Como sucedió con “Hermanos carnales”, el proyecto original de disco doble fue frenado por la discográfica y la montaña de canciones que Alfaro había compuesto en la gasolinera en la que se ganaba la vida se repartieron en 3 EPs y un LP. Diario de bitácora de las horas muertas en una gasolinera, con una componente confesional mucho más honda, “Los diarios de petróleo” es el disco más completo de Alfaro, y se hace difícil destacar una canción sobre las demás. A la larga, la que más veces he oído es “Visión Rayos X”, con unos maravillosos coros de Isabel León. 9
Koniec (Sinnamon, 2004). Irónicamente, se repite la historia. Tras un esfuerzo creativo del calibre de “Hermanos carnales” o “Los diarios de petróleo” toca volver a lo básico y, diez minutos después, disolverse. A pesar de que se nota el agotamiento, hay momentos reivindicables como el gruñido anticapitalista de “La mente del monstruo” (citando a Tolstoi, con un par), el blues nickcavero de “Qué condenadamente negra” o el gran pop de “Gran angular”. Y, otra vez, a empezar de cero. Mucha suerte. 6
2 comentarios:
Desde hace diez o doce años, siempre hay algún albaceteño a mi alrededor que pretende convencerme de que Alfaro y sus diferentes caretas son lo mejor del pop español. Pero yo, como soy de Murcia, no me dejo convencer. Cada vez que he dado una oportunidad a los Surfin Bichos o a Chucho he salido de la experiencia incómodo y con mal sabor de boca. Las letras de Alfaro me parecen forzadas y su forma de cantar me suena fea. Sé que son argumentos pueriles, pero los he puesto a prueba durante tantos años que ahora me siento capaz de esgrimirlos con orgullo.
A pesar de todo, tengo tan poca fe en mi integridad estética que no descarto un cambio de orientación. Por eso, querido n., te agradezco esta guía orientativa del universo Alfaro. Quizás algún día vuelva por aquí para saber cómo moverme por su discografía.
Confía en N. y dale una oportunidad, al menos a los Surfin'Bichos.
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