jueves, 18 de marzo de 2010

Son las Beijing en punto



La única vez que estuve en el Matadero de Madrid (tengo delito) fue en noviembre del año pasado. Me invitarona a la presentación de Nocilla Lab por Fdez&Fdez. (Agustín Fernández Mallo y Eloy Fernández Porta) y descubrí que una nave industrial tiene muchas, muchas posibilidades, sobre todo en pleno Madrid.

Como el Matadero es un lugar que hay que revisitar, allí que me voy mañana viernes a ver la exposición Beijing Time / La hora de China. Yo, una asustadiza de los chinos, me he dado cuenta que si no puedes vencerlos pero tampoco estás segura de unirte a ellos, al menos conócelos mejor. Vídeos, performance, dibujo digital, cine y fotografía estarán presentes para tratar de responder a la pregunta ¿adónde va China? Pues de primeras donde la lleve Pekín, pero mejor a la vuelta os lo cuento.

Por cierto, ¿tú qué nombre prefieres: el tradicional Pekín o el moderno Beijing?

6 comentarios:

Rfa. dijo...

¡Qué guay! Yo estuve viendo la exposición hace algunos meses y pasé un frío horrible. No había calefacción, tuve que ponerme gorro y guantes, y aun así casi me muero.
Lo que más me gustó fueron unas maquetas a escala ligeramente inferior del natural que reproducen tiendas y viviendas típicas de China. Impresionantes. Ah, y también la revisión de El Jardín de las Delicias en clave apocalíptica. No dejes de ver el vídeo, mola mucho.

Anónimo dijo...

¡Gracias Rafa.! Con lo que cuentas ahora me apetece más ir. Además, gracias por el consejo: ¡iré abrigadísima!

Hormiga dijo...

Yo también estuve en Nocilla Lab, y también es la única vez que he estado (también tengo delito).

dintel dijo...

No me lo he planteado, la verdad...

Anónimo dijo...

Pues allá que fuimos unos cuantos y contentos. Es una exposición pequeña, pero ideal para verlo todo bien y sin cansarte. Salimos fascinados del vídeo, a mí me hipnotizó y luego me quedé anonadada mirando el mural. La vivienda y la tiendecita son más bien una chabola y un puesto callejero típicos de allí, porque... Nos fijamos en que había un esqueleto con piel de pato en cada una y nos quedamos con la duda de si era un amuleto o algo de allí. La "fábrica-centro de explotación" de ropa me impresionó un poco, y más cuando te la tapa eso mismo: la ropa que usamos. La braga y el calzoncillo gigantes era imposible no mirarlos.

Nos quedamos con las ganas de llevarnos a nuestras casa el pin-pon acolchado y rodar en la bola-monopatín.

¡¡¡Id!!!

María Rogel (Lapor) dijo...

está genial, una de las mejores exposiciones de los últimos meses. frescor pero vale la pena, es todo genial. chapeau. bss