De toda la vida:fotografías en fuentes
Que existan personas que de manera compulsiva gusten de inmortalizarse con una fuente como decorado es algo a lo que no me llego a acostumbrar. No sólo sirven las fuentes más representativas de la ciudad, por ejemplo en Madrid serían la Cibeles o Neptuno, sino cualquier artificio que expulse un chorro de agua, por insignificante que sea, como las feas fuentes de Sol. Porque, ¿cuántos de vosotros no ha sido solicitado a tomar una fotografía de esas de por favor, que salga la fuente?. La fuente también es reclamo del que actúa en solitario, aquel que nada más divisar un brillo de agua o escuchar un correr de agua se acerca con premura a su presa, saca la cámara, arma el brazo, dispara y se pira. Rápido y certero. Otra fuente para la colección.
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Es actual: el bigote
No hay duda. El bigote es cosa de dos. Bien aquel que siempre lo llevó, generalmente perteneciente a otra época, estética o ideológica, o ese otro, moderno, que se lo casca porque es lo que se lleva o porque su músico preferido también se lo dejó crecer . Así que aquello de ¿quién se ha dejado bigote? ha dejado de ser un chiste para convertirse en una cotidianidad. Pero no nos engañemos porque el bigote es para esconder alguna deficiencia, del tipo que sea, sino pensad en personajes con bigote. Tampoco recuerdo a ninguno al que estime especialmente, excepto alguno como Errol Flynn, pero es que aquello del piano fue muy grande. Y el de Groucho Marx era de pega, así que no cuenta
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Lo será: demayorquieroserhippie
Devendra Banhart no sólo es un músico exquisito (así a brote pronto Rejoicing in the Hands 2004 o Cripple Crow 2005) y prolífico (8 entregas en 6 años) que ha revolucionado la música folk americana y cuya atenta escucha te hace llegar a parecidos tan dispares como Nick Drake o Caetano Veloso, sino que será aquel que consiga cambiar (ya lo hizo con la música, ahora a todo el mundo le gusta el folk) la moda actual, retirar los pitillo y ropas oscuras al fondo del armario para dar salida al pantalón de campana y otras prendas más floridas. Abandonaremos el look garajero para mudar a otro más colorido. Adiós apreturas. Hola holgura. Lo de Natalie Portman ya sería la guinda. |
11 comentarios:
¡Jajajajajajajaja!
Tú sí que eres rápido y certero en tus análisis...
¡Jejejejeje!
FUENTES: A mí las fotos con fuentes de fondo me dan un poco igual. Lo que me gustaría de verdad sería que alguien me pidiese alguna vez que le hiciese una foto dentro del mar. Me encantan las fotos de gente que se está bañando en la playa, pero (manda huevos) el mar es uno de los pocos sitios a los que el turista todavía no ha llegado con su cámara.
BIGOTE: Daría la uña de mi dedo meñique por que me saliese barba en la cara. El bigote sólo lo tengo a medias: cuando me lo dejo crecer se me queda un camino despejado entre la nariz y la boca. Yo quiero pensar que es un rasgo latino que me da personalidad, pero la gente que me conoce me ha hecho ver que, en realidad, lo que parezco es idiota.
JIPISMO: Los pantalones de pitillo son la gran conquista de la moda de los últimos 20 años. Nos ha costado mucho librarnos de los bajos de pantalón que arrastran por los charcos, querido Walter, no me digas que vamos a volver a ellos. Yo tengo unos pantalones que (sin ser de campana) son relativamente anchos. Y tengo que decir que cuando voy caminando por la calle con ellos, en mi cerebro suena dolón-dolón-dolón.
Las fuentes de principios del siglo XX sí que eran bonitas, tan alegóricas. Los chorros salían siempre de bocas de animales o de sitios divertidos. Lo de ahora, con el chorrazo central hacia arriba, es patético.
Rfa., los que que te conocen bien no te conocen. Eres absolutamente latino. Mi padre usaba bigotillo fascistón y a mí me daba repelús. (Nací rojo, qué le vamos a hacer). Hasta me acuerdo de que cuando José Guardiola salió en TV sin su bigote de siempre me pareció guapo.
jipismo, ja, já, já. Tenía un grupo musical y nos compramos botines de gitano (exactamente como los de los rolling) y fuimos a ¡un sastre! a hacernos pantalones azul marino de pata de elefante. Los cuellos de las camisas, ni os cuento: podían servirnos para hacer una tienda de campaña si hacíamos un vivac improvisado. Nos equivocamos al poner nombre al grupo: el nombre perfecto habría sido "Tela Marinera". Conseguimos fracasar en los garitos más cutres de toda la provincia, pero lo pasamos muy bien y ligamos mucho.
El otro día vi por la calle a un chico con falda: esa será la tendencia en breve, ya veréis.
BIGOTES... yo quiero hablar de un bigote que se está poniendo de moda entre la afición gijonesa... el BIGOTIN DE PRECIADO... MAS INFORMACIÓN...
http://www.mevoyadejarunbigotincomopreciado.com/
Por cierto Sindrogámicos... os hemos hecho un hueco en Critico Sin Criterio!! pasaros de vez en cuando!!
Muchos besos
Muy bueno, Walter!
No había caído en lo de las fuentes, pero tienes razón. Qué tendrán (me refiero a las que carecen de valor artístico) para que a la gente le interese tanto inmortalizarlas? Habrá algún rollo psicológico detrás?
Los bigotes son también para estudiarlos. Es verdad que dan repelús. Todavía intento entender por qué Nick Cave se ha dejado uno -uno no, ése-! Pero para dar con la excepción, hay un bigote que favorece: el de Tom Shelleck. Está más guapo con él, sin duda. En los capítulos de Friends en los que Richard sale sin bigote no mola tanto.
Pantalones de campana y resto del atuendo hippie? Ya han vuelto! Echad un vistazo a Elle.com y lo comprobareis. Niños, no hay que tirar la ropa; el pantalón que hoy odiais volverá a estar de moda dentro de 5 años (si os cabe todavía). Lo siento por los Traperos de Emaús.
Es evidente que las modas son cíclicas, igual que volvió el pitillo de los 80s ahora nos tocará el pantalón de campana de los 60s o 90s. Y tarde o temprano llegarán los pantalones con bajo y la moda grunge.
Más que falda, me gustaría llevar vestidos o togas para ir fresquito en verano.
¡Qué grande es Gijón! A ver cuando hacemos una excursión sindrogámica que hay que mostrar sus bares a quién no los conozca.
FUENTES: bueno, las fotos de "yo estuve aquí" a mí me dan también un poco de yuyu, pero un viaje no sería un viaje sin la foto oportuna en la que el atrezzo eres tú.
BIGOTES: a mí me gustan mucho los bigotes poblados, me parece que dan personalidad y virilidad, mi padre llevaba bigotón (ahora no porque ya no es moda o se cansaría, supongo) y me encantaba. Yo ahora llevo barba porque me gusta cómo me queda, no sé si será moda o no. Cuando me visto por la mañana no me pongo pantalones rosas con camisas rojas, no me gusta. Debe ser que la moda me tiene atado.
HIPPIES: la verdad, cuando dejó de llevarse lo del calcetín al aire, yo empecé, como todos, a recortar mis vaqueros hasta el talón de la playera, zapato o lo que fuese. Ahora mis vaqueros tienen un segmento posterior deshilachado.
A los hippies eso nos da igual.
mmm no me lo puedo creer, con lo que me ha costado pasar por el aro de los pitillo ahora van a volver los campana??? ahora que me he comprado un par de pares???
grrr
con respecto a lo de las fuentes...mmm...yo tampoco le veo mucho sentido la verdad, pero tenía un amigo que estaba empeñado en salir un día a fotografiar todas las fuentes de Berlín y hacer luego una exposición...(menos mal que nunca lo hizo...)
de bigotes no digo ni mu, digo miau, porque a mí solo me gustan los de los gatos...
Fuentes: siempre me ha hecho gracia ver las fotos de parejas de vacaciones, en las que se alternan delante de los monumentos como si fueran el enano de Amélie. Je, je, en lo de las fuentes no había caido, ahora cada vez que lo vea me acordaré...
Bigote: me declaró totalmente fan del bigote de Nick Cave. El bigote es un arma de doble filo, y aunque hay gente a la que le queda estupendamente (Earl de Me llamo Earl, Nick Cave), creo que en España lo tendremos siempre asociado a personajes que no despiertan una especial simpatía. En particular, me viene a la cabeza ese bigote de Aznar que parece una ingle brasileña y se me quitan todas las ganas de dejar de afeitarme.
Hippismo etc.: para mí, el pitillo es uno de los mayores crímenes estéticos de los últimos años. Hay pocos, muy pocos hombres, a las que le queden bien los pitillos, y a los que tenemos caderazas deberían prohibirnos comprarlos. A lo mejor es que es una de esas modas que me ha pillado viejuno, pero después de ver en OT a Alejandro Fernández con unos pitillos que le hacían parecer Aida con mallas, se me quitaron todas las dudas.
Fuentes: La foto más histórica de fuentes que conservo, es una de un periódico de los ochenta en la que se ve a mi padre y a mi tío bañándose en la Cibeles celebrando nosequé del Real Madrid, la liga o la copa o la Eurocopa o lo que fuera. En fin… ¿De donde vendrán las celebraciones futbolísticas en fuentes?. ¿Hay más equipos “con fuente” además del Barça (Canaletas), el Atlético (Neptuno) o el Madrid (Cibeles)?
Bigote: No podemos obviar la larga posguerra de nuestro país y los años de oscurantismo que conllevó. Me explico; yo, que soy una antigua a pesar de ser joven, no pienso en el bigote de Aznar, me remito al mostacho de la Guardia Civil de antaño, la que persiguió al Lute, vamos. Además es algo que sólo se debería llevar si realmente te sienta bien, y eso, no es universal.
Hippismo: Las tendencias suelen ser mucho más benévolas para ellas que para ellos. Las chicas están estupendas con sus pitillo, y sin embargo, a mí para ellos no me gustan nada, pero nada de nada. Les queden bien o mal. Reitero, soy reaccionaria y sólo me gustan los pitillo en los heavies, que para eso se atrevieron los primeros. Igual que la moda hippie, maravillosa para las chicas- me encantan esos vestidos largos y pelos largos y pañuelos largooos-, y no tanto para ellos, aunque tampoco les queda mal del todo. nan., yo habría intentado ligar con algún integrante de “Tela Marinera”, ¡seguro!.
No puedo resistirme a decir que los pantalones que más me gustan para chico son los que lleva JA ¡que se pronuncie y diga dónde se los compra!
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