sábado, 9 de febrero de 2008

Cuarteto para cuerdas y helicóptero

Buscando el Yes we can de Will.i.am, que adorna el discurso del cambio de Barack Obama, a recomendación de Franceso Pasolini, y retomando la discusión de la entrada anterior de n. acerca de lo innovador en la creación musical, presento Cuarteto para cuerdas y helicóptero de Karlheinz Stockhausen. A su vez me sirve para homenajear al genio alemán, fallecido el 5 de diciembre de 2007, y cuya obra inspiró a tantos otros músicos: Miles Davis, Zappa, Kraftwerk, Sonic Youth,…

Tras una introducción de 30 minutos interpretada por una orquesta en tierra, el público asistente escuchará a través de altavoces el despegue de cuatro helicópteros que volarán sobre su posición, cada uno de ellos con un miembro solista del cuarteto de cuerda, cuya interpretación de la obra será solapada con el sonido de los motores.

Como podéis imaginar, esta pieza no ha sido interpretada en muchas ocasiones. El video que aquí incluyo, mezcla la representación del Festival de Salzburgo 2003 con imágenes de La Chaqueta Metálica de Kubrick.



Una curiosidad: Stockhausen y su obra aparecen mencionadas en sendas novelas de Philip K. Dick y Thomas Pynchon, Flow My Tears, The Policeman Said y The Crying of Lot 49.

4 comentarios:

d. dijo...

Querido Walter, nunca pude tomar en serio (acaso entender) que grupos de pop/rock moderno, como Sonic Youth, reivindicasen la obra de Stockhausen. Lo de meter un perro en un palacio de ópera realmente tiene gracia, pero... ¿pasa de ser una boutade? Con los helicópteros y el cuarteto de cuerda me sucede lo mismo. ¿Qué puede uno esperar más de música así? ¿Realmente tenemos que atender al solapamiento de aspas y violines? Acaba uno tratando de escuchar tal o cual obra porque lo dijo Thurston Moore, con la melancolía de que habría de haber una conexión, habría de haberla, y sin embargo...

Walter Kung Fu dijo...

Buenos días d. Mi intención al colgar esta entrada era reflejar que para aportar algo nuevo en la creación musical hay que experimentar, actitud muy alejada del panorama más comercial. Claro está que después de estos innovadores aparecerán quienes sepan digerir y filtrar lo acaecido, en una espiral de copia e influencia hasta el producto final: los nuevos salvadores de la música pop/rock.

NáN dijo...

Es curioso, porque teniendo razón d., las cosas funcionan así, como dice WKF: un montón de novedosas aportaciones y es el tiempo, no los contemporáneos, lo que fija qué era una boutade y qué un camino abierto.

Libros para escritores, músicas para músicos y así, filtrando filtrando, todo acaba en una obra buena y, dos pasitos más allá, en un anuncio caro (los creativos son muy leídos y muy oídos).

¿Quién daba medio duro, en su tiempo, por Joyce, Proust y Kafka, que luego fueron las tres vigorosas vías de todo lo nuevo?

(me toca verificarme con la palabra ulbkxced, ¡hay que ver)

Rfa. dijo...

Una vez fui a un concierto de la Joven Orquesta Nacional y me encontré a un tipo ensayando con su chelo en el servicio del auditorio. Como supondréis, no he sido capaz de olvidarlo. ¿Y el concierto oficial? Ni me acuerdo, pese a que el tipo del baño sólo estaba puliendo sus imperfecciones y el concierto fue todo un despliegue de virtuosismo.