miércoles, 13 de febrero de 2008

Barrio lejano

Me gusta lo exquisito. Y con ello no me refiero al lujo, es decir, no encuentro exquisito por ejemplo un coche, por muy caro y bonito que sea. Por exquisito me refiero a las cosas delicadas, como el punto justo de acidez en una naranja.

¿Lo pilláis? Bien, porque de lo que os voy a hablar es de ese tipo de cosas. Os voy a hablar de un cómic, uno de los llamados nouvelle manga. Se trata de Barrio lejano, de Jiro Taniguchi, galardonado en el Salón del Cómic de Barcelona con el Premio a la Mejor Obra Extranjera 2004. Y no me extraña.

Fijaos en las portadas de los tomos, ¿no os parecen adorables los personajes? El trazo es limpio, las expresiones claras y la ternura desbordante. Pero es la historia la que lo llena todo. Para haceros una ligera idea de por dónde van los tiros de Taniguchi, su autor, os dejo este fragmento, sin revelar nada, puesto que aparece entre las primeras veinticinco páginas de las más de cuatrocientas que suman ambos tomos (se leen maravillosamente a gusto):

Cuando era estudiante de segundo curso de secundaria, mi padre nos dejó de repente. Nunca supimos dónde fue ni cuáles fueron sus motivos. Todavía ahora no sabemos dónde está... Ni si sigue vivo o no... Nadie supo cuáles fueron sus penas ni sus sufrimientos, pero mamá murió sin decir nada acerca de mi padre. Y de nuevo necesité formular la pregunta: Mamá... ¿Fuiste feliz?

Ahí comienza Hiroshi a revivir literalmente su 14 años, de tal forma que los estudios, los amigos, la dulce Tomoko y el mar forman de nuevo parte de su vida.

Una delicia de libro.


Barrio lejano, Jiro Taniguchi, Traducción Keiko Suzuki y M. Barrera, Adaptación gráfica de Frédéric Boilet, Ponent Mon, 2006.

8 comentarios:

Walter Kung Fu dijo...

Es increíble Magapola. Me has robado la entrada. El lunes por la noche acabé de leer el segundo volumen y estaba escribiendo la que sería mi siguiente entrada, sobre Barrio lejano. Ay que ver cuánta sindrogamia, y eso que nunca habíamos hablado de Taniguchi.

De Taniguchi antes había leído Tierra de sueños, un libro que incluye diferentes historias sobre lo cotidiano, tener un perro, unos gatos o subir a una montaña, contadas y dibujadas con una sensibilidad como la mencionada.

En Barrio lejano por contra se introduce un elemento fantástico que marcará el desarrollo de la historia. Además del excelente guión, premiado en Angulem 2003, sus excelentes dibujos y la profundidad de sus personajes harán el resto.

Aunque Jiro Taniguchi lleva muchos años sobre todo dibujando cómics, fue el impulso de Frédéric Boilet, un autor francés instalado en Tokyo, para con la historieta japonesa más próxima a la novela gráfica lo que acabó de definir la llamada nouvelle manga. Su editorial de referencia Ponent Mon.

Llevo muy poco tiempo leyendo cómics/tebeos/historietas, pero sin duda uno de mis autores preferidos es Jiro Taniguchi.

Hei Jei dijo...

pues no soy lectora de cómics, pero sin duda el párrafo que has puesto ha despertado mi curiosidad.
y sí, te entiendo perfectamente con lo de las cosas exquisitas ;)

un beso mi No-Yo jejeje

Transeúnte dijo...

Yo aparte de Mafalda y Forges... mi cultura de cómic se queda ahí... apuntado queda en la memoria.

tipodeincógnito dijo...

Lo que nace suntuoso rara vez es exquisito. Otra curiosidad: no hace mucho alguien querido me habl� de Taniguchi, supongo que son ya demasiadas referencias como para obviarlas. Estoy pegado a vuestro blog, hijosm�os, enorme trabajo!!!

Walter Kung Fu dijo...

Leed este libro. Es una historia sencilla, pero tan agradable. Gracias tu.

Maine dijo...

Gracias por el descubrimiento, lo apunto. Suena bien, muy bien, esa exquisita sutileza de las primeras frases.

Anónimo dijo...

No os olvidéis de pasar por auí silo llegáis a leer. Por cierto, a quién quiera se lo presto.

Rfa. dijo...

Tomo nota, Magapola y Walter Kung Fu, aunque el manga no suele emocionarme demasiado. Pero me fío de vuestros criterios y vuestras sindrogámicas coincidencias.
Ya que habláis de premios, hace poco leí Emigrantes, de Shaun Tan, el álbum que ganó en Angouleme este año, y me quedé profundamente impresionado. Altamente recomendable.