martes, 18 de diciembre de 2007

La buena vida, un café del libro en Madrid

No voy a hablaros del grupo musical. La buena vida es ahora también un lugar donde tomarse un café y comprar libros. Ellos lo llaman café del libro o, para los que saben idiomas, un coffee & book shop.

Los dueños de la librería son Plot Ediciones, una editorial que lleva dedicándose 20 años a la edición de libros sobre cine.

La librería no lleva abierta ni un par de meses, pero sé que ya ha habido unas cuantas presentaciones de libros. ¿Alguien la conoce ya? Habrá que pasarse, ¿no?

La buena vida, Vergara, 10 28013 Madrid (Metro Ópera)

19 comentarios:

Rfa. dijo...

Las cafeterías con libros me parecen lugares sugerentes, aunque me plantean un dilema porque nunca sé muy bien cómo comportarme. ¿Qué se supone que tiene uno que hacer allí? ¿Ir solo o acompañado? Lo lógico, puesto que se trata de un lugar para leer, sería que sólo hubiese mesas individuales. ¿Y si van varios? Pues todos a leer juntos, como en las bibliotecas (que también puede ser divertido). Y luego, claro, está también la cuestión de qué leer. ¿Me llevo mi libro, o cojo uno de los que tienen allí? En caso de que coja uno de los que hay allí... ¿puedo terminarmelo, o hay que comprarlo después?
En cualquier caso, con tantas dudas y cosas en la cabeza, cuando voy a los cafés-librería me cuesta bastante concentrarme, y con el tiempo me he acostumbrado a mirarlos sólo desde la acera de enfrente, con el respeto que impone lo incomprensible.

Walter Kung Fu dijo...

Sin que sirva de precedente, estoy totalmente de acuerdo con Rfa. No añadiré más por tanto.

Eso sí, espero sacar de esta entrada mucha más información jugosa para saber si la próxima vez entro.

NáN dijo...

Me acojo a la cláusula del "sin precedentes". He estado tres veces en "El bandido doblemente armado". La primera no sabía qué hacer, si mirar los libros del espacio dedicado a librería. (Te lo ponen fácil, Rfa., un cartel te advierte de que no saques los libros de la librería fuera de ese espacio). La segunda, me puse a leer un libro que llevaba yo (y me sentí idiota; como si hubiera sacado un bocadillo en un restaurante que lo permite). La tercera, actué como si no hubiera libros (y me volví a sentir idiota: ¿qué haces en una barra americana pretendiendo que entraste a tomar café?).

Así que voy a bares que no son librería, saco mi libro y leo. O voy a librerías y veo y compro libros.

La idea parece buena: bebidas y libros. Pero hay un equilibrio que no he pillado. Es como querer convertir a tu amante en amigo antes de tiempo.

Por supuesto, pasaré por "La Buena Vida" (esperando que no tenga nada que ver con los que hicieron la película). Magapola se merece el intento.

Anónimo dijo...

Rfa., Walter Kung Fu y Nán, vuestras poses me matan, ¿no os podéis liberar de ellas ni para tomaros una caña? No creo que hayáis entendido la dinámica de estos lugares. Es menos consumista de lo que veo que os gustaría. No se trata de que te regalen la copa comprando un libro ni viceversa. Tampoco hace falta hacer dos o más cosa a la vez: leer y tomarte un café, puedes hacer una de las dos. Que lo quieras hacer solo o en compañía ya lo dejo a vuestra elección.

Un ejemplo: yo siempre quedo en librerías. ¿Dónde quedamos? Pues en la de Antonio Machado y por allí nos tomamos algo. No sé, se está calentito, y como la gente no es muy puntual, mientras espero pues me miro las novedades, o libros de fotografías o alguno infantil, yo qué sé.

El bandido doblemente armado: allí nunca me he comprado un libro y sí me he tomado unos vinos con colegas varias veces y hemos hablado de cine. La música me suele gustar y es un sitio agradable... ¡Ah! Que se pueden compara libros, ¡pues como si venden golosinas! Da la casualidad de que a muchos lectores nos da por los líquidos.

Griada dijo...

Pues yo creo que es una forma más de aprovecharse de la mercantilización de la cultura. Hoy en día la cultura vende, los culturetas son los que más ligan y, cuando un local (ya sea de cafés, cañas o copas) se pone a vender libros, pósters de películas o a proyectar películas independientes, tiene las ventas aseguradas, y se puede permitir el lujo de subir considerablemente el precio de las consumiciones.

Me fascina esta nueva cultura enfocada a ser un cultureta. Curioso, curioso.

NáN dijo...

¡Jua juá! Me parto, Magapola: cuando dices "vuestras poses me matan" se me va la mente a la entrada sobre el "postureo" e imagino las rígidas y poco complejas almas de los tres intentando lucirse en sutiles paños casi menores.

Ha bastado que rascaras uno poco en ellas para que formemos bloque de incomprensión compacto (excusándonos, desde luego, de estar de acuerdo: ¡machotes que somos!).

Lo de las citas en una librería-librería lo comprendo y lo comparto. Muchas veces me he citado en Fuentetaja. Pero mi pobre alma sigue sin entender el doble uso del que solo se usa un uso. Como las navajas suizas: una navaja es un invento espléndido, pero con 14 adminículos es un objeto inútil demasiado pesado. Una vez llevé una a una excursión y solo me valió para utilizar un pincho que no sé para qué demonios serviría para pinchar mejillones de una lata que, ¡por supuesto!, habría abierto tirando de la anilla. De haber tenido que abrirla con el abrelatas de la navaja suiza, no habría merendado.

¿Por dónde iba? Ah sí, más o menos por mi odio la navaja suiza: y dado que la considero el segundo gran invento suizo (el primero es el chocolate negro, lo único que les salva), me sirve para revelar que sí soy racista, pero no de yemeníes ni sudaneses, sino de suizos.

HadaG, tienes razón. En estos tiempos hay que diferenciar mucho entre los que aman los libros, cuadros, objetos... y los que se ponen la capa de SuperCultureta para ligar. Aunque claro, para ese fin todo está permitido. Cuando practicaba ese ejercicio ningún método me parecía excesivamente repugnante si me servía. Claro que lo del precio excesivo de las copas por hablar de Fellini me parece un poco de gilipollas.

Anónimo dijo...

Cuando en una cuestión sobre política se saca a los nazis, ya no hay nada más que decir. Cuando TODOS vosotros sacáis la cuestión del "cultureta" (menuda palabra) cuando hablamos de libros, yo ya no tengo nada más que contaros. ¿Tenéis miedo a ser culturetas por leer libros tomando un café que cuesta un euro y pico? Qué fácil es ser cultureta y qué difícil no serlo.

NáN dijo...

¡Sí que hay que decir! Y de hecho, lo dije: diferenciar entre los que aman ... y los que se ponen la capa.

A lo que me niego es a perder el tiempo (y los papeles), diciendo que "vivo" real y emocionalmente mundos que se suponen de la cultura, pero no soy un "cultureta". Soy un amante.

Al menos, no soy cultureta "de seguido". Porque si lo defino como el "pretencioso" que "pretende" tener una afición que no tiene... pues sí, tengo tardes en las que soy pretencioso (y por ello cultureta).

Pero bueno, tenemos muchas cosas que celebrar, ¿no? Una copita en La Buena Vida sería perfecto. Así nos podemos culturetear en vivo y en directo.

yusef dijo...

Cuando en una discusión se saca a los nazis, sigue quedando mucho que decir (por ejemplo gritar ¡demagogia!, si es el caso), pero el debate sobre "cultureta" no me parece equiparable al asunto nazis, Magapola... En todo caso, ¿por qué no tomarse con un poco más de humor lo peyorativo de "cultureta"? De hecho, ¿realmente es peyorativo?
En cuanto a la mercantilización de la cultura, no sé qué no está mercantilizado en esta sociedad, y a veces me pregunto por qué tenemos la manía de poner el grito en el cielo cuando se trata de la ¿sacrosanta? cultura.
Ah, ¿y los culturetas ligan más?... con otros culturetas, supongo...
Por último, rompo una lanza por utilizar "culturillas" en lugar de "culturetas".

Griada dijo...

Yo soy una culturilla de palo, que saco partido a cuatro libros y a cuatro películas para ligar con todo lo que se me ponga por delante.
¡Oh, desdicha! He mercantilizado la cultura con un fin erótico-lujurio-amoroso.
Sí, sí, sí...
No sé yo por qué critico.

yusef dijo...

Hada, entonces has dado con quizá el único fin que dignifica la mercantilización de la cultura... ¡Enhorabuena!

rinconete dijo...

A ver, a ver. No puedo estar más de acuerdo con nán sobre la inutilidad de las navajas suizas (me pasé parte de mi infancia con una colgada al cuello) pero en el resto, estoy con Magapola.

¿Como llegamos a los grandes principios de la cultura y el mercantilismo a partir de un simple comentario sobre una librería en donde se les ha ocurrido meter una máquina de expresso y cuatro mesas?

Al parecer todos damos citas en librerías. Como supongo que debe ser bastante común que esperemos o hagamos esperar ¿que mejor que un buen capuccino bien espumoso mientras lo hacemos?

NáN dijo...

1) Todo es interesante cuando interesa. 2) Las propuestas crecen y se desvían por direcciones imprevistas.

Esta entrada, en principio un anuncio en un corcho en el que Magapola compartía algo que había conocido y le había gustado, ha interesado y se ha desviado. Rfa., WKF, un servidor, la proponedora, Hada Gris, Yusef, Rinconete... Al principio, frente al modo tranquilo y directo de las "chicas" (Magapola) de disfrutar de las cosas, la inseguridad de los chicos ("¿Doble uso? ¿Pero cómo diablos se usa?"). Enseguida, los culturetas, los fines lujuriosos de la cultura (nada falsos, me parece).

Pero no creo, Rinconete, que haya dos bandos: solo que no nos han explicado cómo se usa y estamos (o estoy) ahí, de pie, cambiando constantemente el peso del cuerpo sobre uno y otro pie. Insisto en que una clase práctica tomando una copa será lo único que nos tranquilice. ¡A lo mejor aparece Mikto!

Agradezco a Yusef que introdujera la perspectiva de tomarse lo de cultureta con sentido del humor. He tenido que usar esa orientación muchas veces, porque la burla es la respuesta habitual en este país a estas cuestiones. Hace bastantes años, cuando era capaz de pensar seguido poniendo al instante el nombre necesario (antes de que la piedad del tiempo vaya tapándolo todo en la memoria), jugando una partida de Trivial en la que avanzaba imparable hasta ganar, respondiendo a todas la preguntas, el novio de una sobrina, cabreado, dijo "Eso no tiene mérito, porque siempre estás leyendo!". Aquí se aprecia más lo que viene "caído del cielo". Así que los que nos interesamos por ciertas cosas (que algún desalmado ha unido todo bajo la palabra-manta de Cultura) recibimos la burla de ser llamados "culturetas".

Que Hada Gris use los libros y películas para ampliar la cantidad de labios besables es espléndido. También reconocí yo haberlo hecho (y el que no lo haya hecho que lance el primer salivazo). Porque la "cultura", en realidad, nos apasiona porque aumenta lo que conocemos y conocer a otros forma parte de lo mismo. Además, todos empezamos con cuatro libros y cuatro películas. De la "cultura" solo temo la de los "políticos", "banqueros" y "financieros" (y la de un sinfín de periodistas, a sueldo de los tres grupos anteriores).

Quería hablar de más cosas. Como Rfa. monto posts y comentarios en la ducha, el metro... Pero tendrá que ser otros día y en otro lugar. ¡Ya no me da tiempo ni a comprobar si he puesto faltas de ortografía!

Griada dijo...

Mi comentario era un 80% broma...
Jo.

NáN dijo...

Entonces, Hada Gris, ¿sólo has leído el 20% de 4 libros?

Es poco.

Anónimo dijo...

Como dice rinconete, creo que en lo único que hay consenso es en que no nos gustan las navajas suizas. En lo de cultureta… ¡Madre mía dónde nos hemos metido! No me queda claro lo que es un cultureta. Intentaré reflexioanr en público: un cultureta tiene que ser una persona culta, pero que usa su cultura para posar, para ligar, para creeerse alguien, pero al que, pobre, se le ve el plumero. Es como el pedante: sabe mucho, pero lo usa mal y aburre.

Y, por favor, cambiar palabras tipo cultureta por culturillas… ¿Para qué, yusef? Y culturilla a mí me suena más a culto de palo, por lo que “culturilla de palo” es una redundancia… auque solo en un 20%, claro.

Máximo rendimiento de los recursos que tenemos, sí, gracias, pero con gusto, con clase, con glamour a se posible y sacando siempre algo sublime que llevarse, por favor, aunque sea un solo beso, aunque solo sea un momento de seducción de la buena.

rinconete dijo...

Voto en contra de las navajas suizas y a favor de la clase práctica con copa incluida del amigo nan.

No resisto la tentación de alejarme del tema que nos convoca: nan, en el Trivial, también brillabas en las preguntas sobre deporte? Porque esas siempre fueron mi barrera al éxito...

yusef dijo...

Cuesta distinguir la "seducción de la buena" de la "de la mala". Al fin y al cabo la seducción es un juego de mostrar y esconder, revelar y mentir... Aunque nos pongamos como nos pongamos, un beso es un beso...
Por lo demás, no tengo nada en contra de las navajas suizas (viva el disenso!).

Anónimo dijo...

Para empezar como usuaria de La Buena Vida puedo afirmar que es una librería magnífica. Bien surtida , donde te tratan maravillosamente y donde puedes quedar con amigos, ir sola, y además cierra a las 12 de la noche, lo cual es perfecto. Incluso la sección de cómic es aceptable para una librería no especializada en ese aspecto. Luego hacen actividades varias con presentaciones, por eso siempre que paso por Madrid, compro libros allí y tomo jamón y tarta de queso. Me ha gustado leer toda la vida, y si encima puedo ojear los libros con calma sentada en una mesa, pues mejor.
Por otra parte, yo no respetaba a las navajas suizas, hasta que me regalaron una, y me sacó de un apuro en un viaje. Luego incluso ahora siento simpatía por las navajas Suizas. Un saludo a todos en este tiempo cibernético....y larga vida a La Buena Vida!!!!