Más bien me gustaría decirlo yo, pero cada vez me resulta más difícil. Se está convirtiendo en una especie de conjunción cósmica, en una entelequia tal como acabar de pagar una hipoteca o tener hijos; cosas que supones que acabarás haciendo algún día, pero que aún se dibujan borrosas, abstractas y lejanas....
Todo depende de la situación de la oferta y la demanda. En este entorno la inflación es casi tan peligrosa como la ausencia total de recursos, porque la devaluación de los codiciados tequieros los convierte en moneda inservible.
Es de esas preguntas que merecen respuestas distintas según la situación. Como contestar a las preguntas: ¿tienes hambre? ¿tienes sed? ¿sueño? ¿sueños? ¿miedo? ¿frío?...
La respuesta en principio es sí. Pero a veces puede abrumar y en mi anterior relación me pasó algo que es horrible: dices "te quiero" en cada llamada de teléfono, por rutina, (con la bonita idea de ser dulces y tal) y un día te das cuenta de que es mentira. Así que me gusta pero dosificado.
Y no estoy de acuerdo con ESE. No creo que sea cuestión de necesitar palabras, sino de necesitar expresarte, gritarlo a los cuatro vientos.
Nán, me gusta tu comentario. Ultimamente estoy seca de palabras, cansada de utilizarlas y construir frases, porque no sirve de nada, porque no consigo que transmitan belleza. Mejor un beso en la mejilla, un abrazo o un culetazo, pero NO ME DIGAS QUE ME QUIERES.
Gracias, Hada Gris, por tu aprecio del comentario. Esa noche oscura del alma que decía Teresa de Ávila (siempre me siento culpable de leerla poco, quizá por lo del brazo incorruptus, que me da grima) nos sucede a todos. Curioso, que los males sean tan democráticos y las soluciones tan individuales. (Veo que te citas en El Ateneo, ¿eres socia?, quizá te pida un día que me firmes para que pueda hacerme yo).
Anónimo, no creo que seas tú el más adecuado para decir que tiro la piedra y escondo la mano, Anónimo. Pero ya que lo has dicho y yo que me pico fácilmente os cuento: yo no me escapo al egoísmo humano, aunque sea en esta parcelita de la autoestima: me gusta que me digan que me quieren, no lo voy a negar, y me gusta que me lo diga hasta un desconocido para mí (nunca sabemos quién sigue nuestros pasos). Pero es cierto que yo sigo la otra teoría: a mí no me hace falta decirlo, a veces lo digo más para que el otro, como yo, se sienta bien, pero no necesito decirlo, no es algo que me guste especialmente, pero a veces cuesta tan poco que ¿por qué no?
Ese, lo primero que me ha salido ha sido sonreir, pero dices que es algo vacío para ti así que... En fin, cordero o león, molas, jeje.
Yo no suelo decir "te quiero" a amigos, familia ni otros seres queridos. A mi pareja no se lo digo hasta que no me quema en el pecho el sentimiento. O sea que para mí son dos palabras potentes, expresivas y nada devaluadas. Supongo que si estáis acostumbrados a entornos (tipo Gran Hermano, de decir "te quiero mucho, tía" a cada concursante) en los que se desgasta el término no lo veáis como yo.
Yo tuve una época muy desapegada que nunca decia nada bueno, decir te quiero era ya una cosa imposible. A mi me gusta que que me lo digan pero no en momentos supuestamente especiales sino en momentos cotidianos; quizás sea porque es el momento en que me sale más decirlo. Cuando se supone que tengo que decir o hacer algo me colapso y no sale nada de nada... No siempre es necesario un te quiero, pero si saber que el sentimiento está ahí.
P.d: No era un comentario triste... eSólo que, ultimamente, estoy bastante peleada con el lenguaje. Porque no sé quién narices le ha dado a él permiso para crearse significados propios.
Me encanta que me lo digan, y me encanta decirlo. Cuando era cría me costaba más, pero hace tiempo que no...Y lo mejor es, a pesar de que es intercambio frecuente en mi relación de pareja, nunca lo he dicho sin ganas, y nunca he sentido que me lo dicen sin ganas. Es un gran ejercicio de felicidad, probadlo.
Nán, nunca fui buena para inventar con palabras mundos irreales. Sí con los colores y con los sonidos. Pero las palabras... creo que únicamente me causan confusas conversaciones que no van a ningún lado. ¡Ay! La retórica, la retórica... la falacia del lenguaje. ¡Cuánto daría por no utilizar oraciones que me complicasen la existencia!.
Exactamente; "No me digas que me quieres", porque para cada persona esa frase significa una cosa, y seguramente demos a entender cosas diferentes... demostrar el cariño es mucho más real que un simple y cutre "Te Quiero"
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24 comentarios:
¡Y tantas cosas más!
Más bien me gustaría decirlo yo, pero cada vez me resulta más difícil. Se está convirtiendo en una especie de conjunción cósmica, en una entelequia tal como acabar de pagar una hipoteca o tener hijos; cosas que supones que acabarás haciendo algún día, pero que aún se dibujan borrosas, abstractas y lejanas....
pues depende de quien me lo diga, en que situación y de lo avanzada que esté la noche, por supuesto..
si es Vanessa Paradise, si, faltaría más!
saludos!
Si hacen falta palabras es que algo no está claro.
Me conformo con las muestras externas superficiales.
Qué buena pregunta y qué dificl respuesta. No, mentira por suerte tengo alguien que me lo dice. Saludos!
Todo depende de la situación de la oferta y la demanda. En este entorno la inflación es casi tan peligrosa como la ausencia total de recursos, porque la devaluación de los codiciados tequieros los convierte en moneda inservible.
O sea, lo que dijo ese.
Es de esas preguntas que merecen respuestas distintas según la situación. Como contestar a las preguntas: ¿tienes hambre? ¿tienes sed? ¿sueño? ¿sueños? ¿miedo? ¿frío?...
Supongo...¿no?
La respuesta en principio es sí. Pero a veces puede abrumar y en mi anterior relación me pasó algo que es horrible: dices "te quiero" en cada llamada de teléfono, por rutina, (con la bonita idea de ser dulces y tal) y un día te das cuenta de que es mentira. Así que me gusta pero dosificado.
Y no estoy de acuerdo con ESE. No creo que sea cuestión de necesitar palabras, sino de necesitar expresarte, gritarlo a los cuatro vientos.
Sí, pero cuando hay que decirlo, si se repite demasiado pierde valor. Prefiero los actos que las palabras.
No hay nada que se devalúe tanto como las palabras. La preocupación del otro por ti es el signo. Hasta me resultaría inquietante que me lo repitieran.
Pero la primera vez, ay, ¡es espléndida!
Nán, me gusta tu comentario.
Ultimamente estoy seca de palabras, cansada de utilizarlas y construir frases, porque no sirve de nada, porque no consigo que transmitan belleza. Mejor un beso en la mejilla, un abrazo o un culetazo, pero NO ME DIGAS QUE ME QUIERES.
¿Te busco mañana en el Ateneo?
Hacía referencia a lo que prefiero. No creo en las palabras vacías de significado... Sin embargo soy muy zalamero.
¡Te quiero infinito June!
Gracias, Hada Gris, por tu aprecio del comentario. Esa noche oscura del alma que decía Teresa de Ávila (siempre me siento culpable de leerla poco, quizá por lo del brazo incorruptus, que me da grima) nos sucede a todos. Curioso, que los males sean tan democráticos y las soluciones tan individuales. (Veo que te citas en El Ateneo, ¿eres socia?, quizá te pida un día que me firmes para que pueda hacerme yo).
Ese, ¡qué cordero con piel de lobo!
Ese, ¡vivan los leones con piel de cordero!
Lindo comentario, el tuyo.
Magapola, eso es tirar la piedra y esconder la mano... Y tú, ¿quieres que te lo digan?
Anónimo, no creo que seas tú el más adecuado para decir que tiro la piedra y escondo la mano, Anónimo. Pero ya que lo has dicho y yo que me pico fácilmente os cuento: yo no me escapo al egoísmo humano, aunque sea en esta parcelita de la autoestima: me gusta que me digan que me quieren, no lo voy a negar, y me gusta que me lo diga hasta un desconocido para mí (nunca sabemos quién sigue nuestros pasos). Pero es cierto que yo sigo la otra teoría: a mí no me hace falta decirlo, a veces lo digo más para que el otro, como yo, se sienta bien, pero no necesito decirlo, no es algo que me guste especialmente, pero a veces cuesta tan poco que ¿por qué no?
Ese, lo primero que me ha salido ha sido sonreir, pero dices que es algo vacío para ti así que... En fin, cordero o león, molas, jeje.
Yo no suelo decir "te quiero" a amigos, familia ni otros seres queridos. A mi pareja no se lo digo hasta que no me quema en el pecho el sentimiento. O sea que para mí son dos palabras potentes, expresivas y nada devaluadas. Supongo que si estáis acostumbrados a entornos (tipo Gran Hermano, de decir "te quiero mucho, tía" a cada concursante) en los que se desgasta el término no lo veáis como yo.
Yo tuve una época muy desapegada que nunca decia nada bueno, decir te quiero era ya una cosa imposible.
A mi me gusta que que me lo digan pero no en momentos supuestamente especiales sino en momentos cotidianos; quizás sea porque es el momento en que me sale más decirlo. Cuando se supone que tengo que decir o hacer algo me colapso y no sale nada de nada...
No siempre es necesario un te quiero, pero si saber que el sentimiento está ahí.
Estoy de acuerdo con Pat. Es mejor como reacción espontánea que en situaciones solemnes.
P.d: No era un comentario triste... eSólo que, ultimamente, estoy bastante peleada con el lenguaje. Porque no sé quién narices le ha dado a él permiso para crearse significados propios.
¿Y no será, HadaG, que tu lenguaje quiere escribir relatos, o una novela, o poemas, o prospectos de lo que no existe; y no le dejas?
Me encanta que me lo digan, y me encanta decirlo. Cuando era cría me costaba más, pero hace tiempo que no...Y lo mejor es, a pesar de que es intercambio frecuente en mi relación de pareja, nunca lo he dicho sin ganas, y nunca he sentido que me lo dicen sin ganas.
Es un gran ejercicio de felicidad, probadlo.
Nán, nunca fui buena para inventar con palabras mundos irreales. Sí con los colores y con los sonidos. Pero las palabras... creo que únicamente me causan confusas conversaciones que no van a ningún lado.
¡Ay! La retórica, la retórica... la falacia del lenguaje. ¡Cuánto daría por no utilizar oraciones que me complicasen la existencia!.
Exactamente; "No me digas que me quieres", porque para cada persona esa frase significa una cosa, y seguramente demos a entender cosas diferentes... demostrar el cariño es mucho más real que un simple y cutre "Te Quiero"
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