Jamón, jamón
Lo del jamón ibérico en este país no es que sea un tópico sino una firme realidad. En la cafetería del lugar donde trabajo el precio de la ración de jamón ibérico cuesta doce euros, más o menos igual que en cualquier otro sitio. Sin embargo, para el personal de la empresa, no para el ajeno o externo, el precio se reduce a cuatro euros y medio. ¡Cuatro euros y medio por una ración de jamón ibérico! Y encima está realmente bueno, exquisito que dirían algunos. ¿Consecuencias?. Además de agotarse por los embistes de los desayunos, almuerzos, aperitivos y comidas (a la merienda ya no llega), entre servicios de raciones, bocadillos, montados y pinchos de jamón (sólo, con queso, con pimientos verdes fritos o con tomate), el absentismo laboral va en aumento, en la misma proporción que la jamonadicción. El poder de este suculento manjar transciende hasta tal punto en este lugar que una de las palabras más escuchadas por sus pasillos y ascensores es la de jamón. Jamón, jamón.
7 comentarios:
Y luego le echarán la culpa del abstentismo al tabaco... Como diría aquél... ¡Viva el vin... digo, el jamón!
Es satisfactorio saber que tú y tus compañeros de trabajo gozáis de una salud a prueba de colesterol. Con los múltiples paseos a la cafetería y la dieta sana del jamoncito, el corazón ya sólo tiene que dedicarse a cuidar de los sentimientos. Faltaría sustituir, alguna vez, el ascensor por la escalerita. Pero cuando venga bien...
...pero lástima que uno tenga sus vicios y soledades como para interpretar la situación que ese describe. Yo, jamón, sólo los viernes. Para desayunar. Y mañana con queso, para no abusar.
Suena a yo ya no...
Yo me preparo un sándwich de pavo y escarola todas las noches, y me lo como al día siguiente delante del ordenador. De hecho, acabo de comerme el de hoy. A la cafetería sólo voy para hacer amigos en mi nuevo curro y para leerme el periódico con un "solo, largo y con hielo". De hecho (otra vez), en cuanto termine de escribir esto me voy directamente para allá.
Pero Walter, ¿y tú dónde trabajas, hombre? ¡Qué chollo!
Qué ganas de comerme un bocadillo de jamón me están entrando, jajajaja.
Yo puedo comer jamón (con o sin pan) a cualquier hora del dí,a y más a esta.
Os habeis fijado que en las comidas de mucha gente nos tiramos todos al jamón como si nunca lo hubiéramos probado y estuviéramos mueros de hambre?
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