Carta del demonio a Julio Medem.

Querido Julio Medem:
Soy el demonio y te escribo para contarte que me ha gustado un montón la película que has hecho sobre la Virgen María, Caótica Ana. Casi ni me acuerdo de la última vez que me dieron tanto protagonismo en una historia, ¿sabes? En estos tiempos de relativismo cínico ya no se habla del mal absoluto, y al final acabo sintiéndome desplazado. ¡Yo, que con mi rabo, mis cuernos y mi tridente llevo dos mil años dando la brasa! Menos mal que tú me has devuelto al lugar que me merezco, ¿eh? Eso sí: habría preferido que me sacases algún plano. Pero sólo por vanidad, no creas; es que me gusta mucho verme la barba de chivo en pantalla. En el fondo, los dos sabemos que yo también soy Bush, los hechiceros indios y el gobierno marroquí, ¿a que sí? Pues ya está. Además, me doy por compensado con todos esos planos guarretes de Ana que has metido en la peli. En ese sentido, desde Lucía y el sexo me tienes más que contento. Por todo ello, si algún día vienes por aquí -que no lo dudo-, intentaré tratarte con deferencia. Aunque bueno, ya sabes que yo soy malo, malo, malo, y a lo mejor te estoy mintiendo.
Hala, un abrazo, machote.
El demonio.