miércoles, 5 de julio de 2006

La España que mira.

Otra foto del Orgullo Gay. Ya ha pasado casi una semana y asuntos como éste envejecen a una velocidad pasmosa. Por eso he seleccionado una imagen intemporal, que todavía tenga interés hoy. En un delirio de pretenciosidad y trascendencia, además, se me ha ocurrido titularla La España que mira. Chúpate ésa. Pero es que pienso que tan importantes como los acontecimientos son las personas que los miran. ¿Y qué nos encontramos aquí? Desde mi punto de vista, una España gris e inmóvil. Una sociedad que mira con curiosidad pero no participa, que sólo toma fotografías, que se extraña, que se siente fuera de lugar. Por supuesto, toda foto es una selección de la realidad. Pero... ¿hasta qué punto es certera mi selección? Retomo la pregunta que n. lanzó en su comentario a las mujeres abandonadas. ¿Pensáis que en España hemos normalizado ya la homosexualidad? ¿O todavía asistimos a ella como el que asiste al circo?

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Las cosas, en general, se normalizan cuando las vivimos, y parece que cada vez se vive más la homosexulaidad, lo cual no significa que sea suficiente para que esté normalizada. Pero ¿cómo se la vive? Pues de puertas para fuera, es decir, "en mi casa no". Ese es el asunto, creo yo. A mí me da la impresión de que la homosexualidad se ha tenido que convertir en un espectáculo porque si no nadie quiere mirarla a la cara... El otro día asistí a una conferencia de Visible sobre la historia del erotismo femenino orientado desde un punto de vista lesbiano y me atrevo a decir (por favor, admito disidencias) que muchas mujeres y hombres heterosexuales deberían absorver este tipo de información, no para que practiquen el sexo con su género, sino para enriquecer sus propias relaciones, del tipo que sean, para "descubrir" cosas maravillosas que tenemos y podemos no saber. Los homosexuales, la mayoría, cuentan con experiencias (teóricas o prácticas) heterosexuales... es la ventaja que tienen.

n. dijo...

Me parece algo arriesgado afirmar que la homosexualidad ya está normalizada. Es fácil hablar desde una ciudad grande como Madrid o Barcelona, donde la gente se ha acostumbrado a ver de todo, pero las cosas son muy distintas en ciudades más pequeñas, donde la palabra maricón o mariquita sigue bastante presente.

Lo que yo me planteaba viendo el desfile del sábado es si aquello no era como si se organizara un desfile de heteros sentados en sofás, bebiendo cerveza y viendo fútbol: acabar forzando un poco los tópicos. Y conste que no lo critico, la visibilidad es un paso realmente importante y siempre es preferible ver una celebración de la libertad y la diversidad que, por ejemplo, una procesión de semana santa...

Rfa. dijo...

Con la iglesia hemos topado, querido. ¿De verdad piensas que es mejor ver un desfile como el del sábado a una buena procesión? Pues qué quieres que te diga, como sigamos así vamos a perder toda nuestra identidad. A mí me fascinan ambos, pero si tengo que quedarme con algo me quedo con la procesión. Sin duda.
Por otro lado, opino que el principal problema del Orgullo Gay es que fomenta una imagen muy estereotipada de la homsexualidad: hedonista, promiscuo, obsesionado con el sexo. Y además exhibicionista. Estoy de acuerdo con eso que sugieres, querido n., de que si desfilasen heterosexuales cerveceros sería lo mismo. Si de verdad se hubiese normalizado la homosexualidad sería absurda cualquier forma de reivindicación. Y la reivindicación en los términos que vimos el sábado acaba por ridiculizar el asunto. Así las cosas, supongo que lo único que podemos hacer es bailar house y sacar fotos.

Walter Kung Fu dijo...

Realmente no creo que el Orgullo Gay o el desfile sea representativo de la homosexualidad en España. Esos mismos visitantes que se afanan en ser los primeros para poder ver el desfile estoy seguro que son muchos de los que también acuden al Desfile de las Fuerzas Armadas o de la Cabalgata de Reyes. Sencillamente, son unos curiosos, que acuden a ver un espectáculo que, como tal, está estereotipado y sobredimensionado.

Está claro que en las grandes ciudades todo se normaliza antes, pero yo me sorprendo cuando me cuentan que ciudades como Murcia o Cartagena, rivales entre sí, gozan de una importante comunidad gay. ¿Sorprendente? Yo creo que no.

Por lo demás, estoy totalmente de acuerdo con Magapola.

Anónimo dijo...

Yo prefiero una reivindicación hedonista y promiscua (¿algo de esos es malo...? PAra una mentalidad católica papista sí, claro) que una en la que se ensalce sufrimiento y sacrificio. Además, así no se compadece a nadie, que tampoco se trata de eso. Pero amigo Rfa., no sólo existe una reivindicación de ese tipo por parte de las lesbianas y los gays, hay muchos, como Grande-Marlaska que sacan a la luz una normalidad más normal que cualquier heterosexual normal...

Magapola

n. dijo...

Querido rfa., reconozco mi falta de buena expresión porque he de reconocer que también me atrae bastante la iconografía religiosa y en concreto la de semana santa, y no me refiero a los nazarenos repartiendo caramelos sino a esas procesiones del silencio (u otras similares) que ,por muy ateo que seas, te ponen los pelos de punta. Recuerdo haber visto fotos bastante impresionantes de la última semana santa en Madrid, algunas de las cuales si las hubiera visto sin ningún conocimiento no habría sabido en qué década ubicar... ;)

Quizás estaba pensando más en lo que supone paralizar una ciudad durante 2 meses para que venga cierto señor vestido de blanco a contar no se qué sobre las familias. Eso sí que debe joder, pero en fin, supongo que todo el mundo tiene derecho a ver a sus ídolos...

Rfa. dijo...

Uno: es cierto que en las procesiones se ensalza el sufrimiento, pero eso es que ahí reside su encanto. La historia de Cristo (sobre todo su terrible final) es una de las más escalofriantes que se ha inventado el hombre. Y si encima le añadimos un componente sociológico, todavía me interesa más.

Dos: el hedonismo y la promiscuidad son DIVERTIDOS, pero no BUENOS. No nos pongamos demagogos, por Dios. Cuando yo estaba en el instituto me apuntaba a manifestaciones para reivindicar cosas así. Ahora soy mucho más serio.

Tres: ¿Por qué la homosexualidad de Grande-Marlaska es más normal que la heterosexualidad de cualquier heterosexual normal? No se me ocurre ninguna explicación, Magapola. Es más: me da por pensar que insinúas que, en igualdad de condiciones, mola más ser gay que heterosexual. Corrígeme si me equivoco.

Cuatro: El Papa sí que mola.

Anónimo dijo...

Rfa., como n., es posible que no me haya expresado bien. No he querido decir que la normalidad homsexual sea mejor, mole más ,etc. que la normalidad heterosexual... Sino que tan normal es una relación homosexual como heterosexual, tienen los mismos rasgos, sus personjes viven igual: trabajan, se compran una casa, tienen hijos, son buenas personas, invitan a sus amigos a cenar, se van de viaje en agosto, van a ver a sus familais en Navidad, etc. Lo que pasa es que para mucha gente, el hecho de que todas esas cosas las hagan juntas personas del mismo sexo cambia el tema radicalmente y dejas de ser normal.
Espero haberme explicado mejor.
Por cierto, tienes razón: la promiscuidad y la cantidad de sexo que tengas ni es bueno ni es malo, es simpolemente una manera de pasarlo bien... o no.

Fliper dijo...

¿Normalizar? Aquí en Murcia aún no se atreven ni tan siquiera a celebrar el desfile, afirman que la sociedad no está preparada, cuando es una de las ciudades con más homosexuales de toda España (eso dicen las estadísticas). A mí, la verdad, me la pela bastante el rollo del desfile, y se de buena tinta que a más de un homosexual le avergüenza que se le identifique con esa parafernalia de carnaval. Pero bueno, supongo que es un acto reivindicativo y lo que se reivindica es esa apertura al mundo, aunque me parezca estéticamente horrible la forma de hacerlo y el banalizar un tema tan importante. Y desde luego, nunca he asistido al desfile, pero supongo que la afluencia masiva será del mismo estilo sardinero que por aquí tanto nos asquea.
Por cierto, en el mismo sentido Queer as folk me parece una mierda. Pero una mierda eh.
Felicidades por el blog chicos. Pareceis vosotros también algún tipo de colectivo ;-)

Antikhristas dijo...

A mí el Orgullo Gay me plantea posiciones encontradas. Por una parte estoy encantada de que los gays tengan su día y puedan salir a la calle de fiesta y sentirse libres. Por otra, el Orgullo me satura y, como dice Rfa, no creo que tanta exageración sea buena, y tampoco que muchos gays se sientan identificados con la imagen que representa el Orgullo. Pero, si los gays no mostraran una imagen desmesurada, ¿se les prestaría tanta atención? Y estoy de acuerdo con Magapola cuando dice que la homosexualidad puede ser mirada de frente cuando se convierte en espectáculo y fiesta. Lo malo del Orgullo, es que lleve a pensar que todos los gays son como se muestran en su fiesta y lo bueno, es que muchos han podido "salir del armario" animados por este espectáculo.

Desgraciadamente no creo que la homosexualidad esté normalizada. Estará normalizada cuando la tendencia sexual de un individuo pase desapercibida y no sea objeto de tertulia. O es que acaso importa la identidad sexual de un hetero? Aún nos queda mucho camino por andar, pero no hay que desanimarse.

Anónimo dijo...

Poco de normalidad y mucho de circo.A lo que vamos: La homosexualidad es un acontecer diario. Está ahí. Guste o no. Sin embargo, son muchos los que aún recelan de verla como algo normal. Risas, miradas complices, estupor y , en días como los del orgullo,donde hay más de circo que de otra cosa, caras de incredulidad por parte de aquellos que se niegan a registrarla dentro de su disco duro como una opción más de amar.
Dicho lo cual, cabría preguntarse ¿dónde hay más de circo, en el Orgullo Gay o en la sociedad que componemos heteros y homosexuales?