martes, 15 de marzo de 2011

Ana Pastor vs Ahmadineyad



Ana Pastor está hoy en boca de todos. Esta mañana, tempranito, nos regaló una entrevista a Ahmadineyad. Pero no se trató de una entrevista cualquiera, sino de una de verdad, donde se hablan de temas espinosos como la solución al conflicto libio, la falta de libertades en Irán y un largo etcétera; una entrevista en la que el periodista no se conforma con cualquier constestación que trate de eludir la pregunta como tan bien nos están acostumbrando los políticos y los seudodebates. Para saber de qué hablaron, el tono, las miradas, los gestos, todo, que no tiene desperdicio, lo podéis ver en este vídeo, si no lo habéis hecho ya.

Pero antes os quiero contar dos cosas que me llamaron la atención:

1. El traductor: yo no sé si es una percepción mía pero la tensión de la entrevista también le afectó a él y cada vez iba subiendo la efusividad de los comentarios, como si fueran suyas las respuestas, acabando al final alterado y casi sin poder simultanear la traducción.

2.La caída progresiva del pañuelo: esto es lo más comentado en la red y yo le quiero dar una lectura matafórica. Cuando Ana Pastor apareció en ese salón palaciego de Teheran, con el pañuelo puesto, me dio la sensación de que era ella, la periodista, la que se iba a amoldar al entrevistado. Pero conforme se iba desarrollando la entrevista todos notábamos cómo la que estaba agarrando con más fuerza el mango era ella, quedando él en evidencia ante sus intentos de esquivar los temas peliagudos y echando balones fuera.

Ahora sí, y esto lo confirmaron los contertulios del programa Los Desayunos de TVE, de todo lo que dijo el presidente iraní, lo que es cierto es que los que han armado a las dictaduras árabes contra las que ahora se rebelan sus pueblos, en especial Libia, son Europa y EE.UU., y ahora ni siquiera saben qué hacer, como niños.

5 comentarios:

June dijo...

Pues la verdad es que no lo he visto (y este ordenador anda lentísimo como para ver vídeos), pero Ana Pastor se ganó completamente mi respeto cuando entrevistó a Zapatero. Él estuvo de lo más arrogante y altivo con ella. En cambio, ella le metió caña pero bien. Me apena la falta de espíritu crítico que veo en buena parte del periodismo. Y me alegra que una periodista que trabaja en un medio público y en un programa con buena audiencia (creo) no sea complaciente y apriete las tuercas a todo pichichi, sea el malo de Ahmadineyad o el presidente del Gobierno del que depende su cadena.

Maine dijo...

Yo también vi metáfora en la caída paulatina del pañuelo, pero de rebelión frente a este sátrapa.

Centro Picasso Vilnius dijo...

Yo me he hecho muy fan de Ana Pastor con esta entrevista.

Sobre las palabras de Ahmadineyad, la única palabra que se me ocurre para definirlas es "tendencioso". Grandes verdades, pero que él utiliza para ocultar sus crímenes. Es el "y tú más" o "empezó él" del patio de colegio, aplicado a la política internacional.

Sobre el intérprete (que no traductor; un traductor es otra cosa), he de decir que fue impuesto por el régimen. Me da la impresión de que no era un intérprete profesional, y de que probablemente eligieron a un funcionario con conocimientos de español, que ni siquiera estaba acostumbrado a hacer simultánea (existen varios tipos de interpretación, y el hecho de tener experiencia en uno de ellos no te garantiza defenderte bien en los otros).

Anónimo dijo...

Tengo la misma opinión que tú, June,sobre Ana Pastor, la tía no se corta sea quien sea a quien tenga delante. También dejó en su sitio a Esperanza Aguirre en una entrevista.

Por cierto, la metáfora compruebo que es parecida, Maine: nada de "tapujos".

Y perdón, Marte, tienes toda la razón, debí hablar de intérprete en vez de traductor. Parece lógica tu explicación, porque de verdad que acaba exaltadísismo.

interpreta-sones dijo...

glorioso momentazo televisivo. yo la descubrí como presentadora de "59 segundos", me encanta. ana for president!!