El Gran Ego
Sólo quiero que leáis este artículo de Borja Cobeaga. Tiene luces como esta:
En Gran Hermano aprendí a desconfiar de aquellos que enarbolaban la bandera de la sinceridad. No sé ustedes, pero cada vez que oigo a alguien decir "yo voy siempre con la verdad por delante", me pongo a temblar. En primer lugar, porque no me lo creo; seguro que mienten más que hablan. Y en segundo lugar porque esa declaración de principios conduce a una barra libre para la falta de educación. El "es que soy sincero" justifica un montón de gestos groseros e innecesarios.
La sinceridad está sobrevalorada, ¿no lo habéis escuchado nunca o pensado incluso? Sobre todo porque las personas que van diciendo a todo el mundo lo que piensan se pavonean de que ellos también quieren que les digan la verdad, pero cuando se la dices (por pesados) y es algo negativo, te sueltan que eso se lo dices por envidia. Son incorregibles… Con lo agradables que son los bienquedas…
11 comentarios:
¿Dónde dices que venden la camiseta con esta imagen?
Ah, el tema de los bienquedas ya lo tratasteis. Creo que lo soy en un 99'99999%. No hago esfuerzos, la gente me cae bien y me parece interesante. Pero en el caso de esa diezmilésima que no, cuando se me alborota una neurona de las pocas que me quedan (ebrias y sobrias), soy más bien del tipo "yo por andreíta mato" (pero sin chándal).
¿Es de gran hermano ese muchacho? ¿Qué hacemos hablando de lo que dice un gilipollas? (perdona Maine, pero ya me conoces)
No fue concursante, sino realizador del programa. Ahora es se dedica a hacer cina (y guiones)
Yo creo que no debe de ser muy difícil encontrar una camiseta de esas... o que te la hagan a medida, en plan poniendo más grande la segunda "I" qeu la primera.
si te dijese que voy con la verdad por delante, mentiría.
además, prefiero una mentira bien contada ;)
ayer precisamente estuvimos hablando de que la sinceridad (la conversación iba sobre relaciones) está sobrevalorada...el problema es que tanto un argumento como otro nos sirve para escudarnos cuando metemos la pata...a veces hay que ser sinceros y a veces tal vez no...pero hay que saber cuando es el momento...(y eso no siempre es fácil)
muy interesante el artículo por cierto...
besitos!
ahhh, la cosa cambia y mucho.
Es la segunda vez que oigo, en este caso, leo, la palabra bienquedas.
Uy! María, pues yo, respecto a la sinceridad en las relaciones, creo que discrepo.
Otra cosa es lo que comenta Magapola, chantarle a cualquiera tu opinión sin pararte a pensar si le interesa o no.
Ahora bien, que hacer si te preguntan tu opinión? Tienen sentido ser un bienqueda?
Los mandamientos, Filla, son 11, pero como el primero, y más importante, era el "0", se cayó del cartel.
"No amargues la vida a nadie en vano".
Ya que mis neuronas estan nadando en el vacio, copio una cosa que escribi en mi blog hace un tiempo para mostrarme totalmente de acuerdo con ese hombre que tanto me hizo reir con los pagafantas...
"Nunca me he considerado una persona sincera, de esas que van proclamando a los cuatro vientos cuan a descubierto van por la vida. Es más, creo que la sinceridad está sobrevalorada y es un escudo para no hacernos responsables de nuestros actos, muchas veces da igual el daño que hagamos, lo importante es decir lo que pensamos, prevalece transmitir nuestra verdad ante el sentimiento ajeno."
Si no fuera porque mis gestos y mis expresiones me delatan, podria pasar por una bienqueda excepcional...
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