martes, 19 de mayo de 2009

Menú del día

Antes de que empiece de lleno el calor y la jornada intensiva, algunos pocos ya la tendrán a partir del 1 de junio, quería hablar de algo antes de que se me pasara y es del a veces admirado a veces odiado menú del día. Primer plato. Segundo plato. Postre o café. Bebida y pan incluidos.

Ese momento en el que te libras del tedio del tupper o del bocadillo rápido y te lanzas con tus compañeros a darte el homenaje de la semana "fuera" del entorno laboral. En mi caso, los jueves y otras fiestas de guardar. Sin embargo, y aunque resulte paradójico, cuando más me gusta tomar el menú del día es en viernes, cuando ya se ha terminado la semana laboral (y tienes la nevera cuasi vacía) y te juntas con tu pareja para comer en lugares insospechados o en aquellos en los que uno no se lo puede permitir de noche o en los que ya conoces y te gusta repetir. Primer plato. Segundo plato. Postre o café. Bebida y pan incluidos. Ya está.

Además, adoro el menú del día porque no tengo que leer la carta tres veces para saber lo que quiero elegir.

6 comentarios:

pat dijo...

Pues yo casi siempre dudo, pero acabo pidiendo cualquiera ensalada o verdura de primero y algun pescado a la plancha de segundo. Eso si, el postre varia segun el estado de animo del dia!!!

Avan dijo...

Cuando era pequeño las cartas finalizaban con el mítico "Postre, pan y vino!", mucha gracia me hacía..

Ahora ponen "bebida" a secas..¡Maldita política de lo correcto!

Chino dijo...

Mi chica, sea cual sea el menú del día, invariablemente pregunta si tienen macarrones con tomate, aunque luego no los pida. Debe venir de una mala alimentación en la infancia.
¡Viva el vino con gaseosa!

Milagritos Takamori dijo...

Aqui en Italia se puede ir a un bar a comer un "primo", un plato de pasta que ha preparado alguna abuela primorosa, por cuatro o cinco euros. Lo malo es que, aunque el "primo" me gusta como concepto, la pasta me repugna profundamente (quiza, como dice chino, son los vestigios de una mala alimentacion en el comedor de las monjas). Saludos

NáN dijo...

Chino, he conseguido lo impensable. ¡Ya no pido gaseosa! Ese vinorro, dos copitas solamente, hace juego muy bien con, por ejemplo hoy, ensalada de la casa y filetidos de lomo con pimientos asados y patatas fritas.

Se sube uno a trabajar, no sé... sintiéndose humano.

Hace requetebién tu chica. En esos sitios te pueden sorprender sacándote lo que no está en la carta.

June Fernández dijo...

Yo también soy muy de menú del dia, pero sobre todo de saltármelo, aunque me dé un poco de pudor. Empeñarme en comer dos primeros o dos segundos (al menos cada vez es más frecuente que lo permitan), pedir que me echen nata montada al postre, pedir un batido de plátano en el árabe en vez del té con pastas... Creo que la fama de caprichosa que labro me compensa con lo mucho que disfruto.