jueves, 21 de mayo de 2009

¿Alguien va a pagar con cinco mil?

Gracias a Pat, recupero otra de mis ficciones: mi fijación por las cajeras del Dia, esas voluntariosas trabajadoras de ese supermercado del que sólo me acuerdo por sus dependientas y por su entrañable frase. Recuerdo cuando me mandaban a por la caja de leche y ya en la aburrida cola se escuchaba desde caja el celebrado: ¿alguien va a pagar con cinco mil?. Entonces se hacía el silencio, nada se escuchaba, nadie se movía y todos se miraban, una máquina hacía beep y alguién rompía Yo. Claro que a un niño era fácil que le sorprendiera tal alarde de coraje y de seguridad por ambas partes, una, la encorsetada dependienta de rubio teñido que atendía las miradas de todos los clientes quienes, de repente, las volvían sobre aquel valeroso, el otro, que, tímido u orgulloso, que más da, alzaba su inmaculadao billete de cinco mil.


El Dia nunca me gustó. Me parece un lugar sombrío y frío, en todas sus formas y productos, donde sus habitantes evitan mirarse, tal vez por verguenza o por prisa, tal vez por nada. Prefiero el honorable Mercadona al que tampoco voy. De todas maneras, con el euro parece que mucho perdió valor. También las cajeras del Día, que ya no son rubias ni voluptuosoas ni tampoco cantan el eslogan que podría hacer del Día un sitio mejor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los supermercados DÍA son una mierda.Son sucios y pordioseros.La gente que va es horrible,pero hacen una función importante que es acogerlos a todos para que no vayan,por ejemplo,a mi idolatrado Mercadona.Nada más entrar te tratan como si fueras uno de ellos,es decir,un delicuente.Es horrible.