martes, 3 de marzo de 2009

Hermanísimos

La tradición manda y no resulta difícil encontrase con familias en las que sus miembros desarrollan la misma actividad profesional, ya sean ingenieros, médicos, banqueros o panaderos. Sin embargo, resulta más extraño aquellas otras donde los hijos optan al unísono por desarrollar sus carrera dentro de la artes y la cultura.


He aquí unos pocos ejemplos patrios:

Los Trueba:
Fernando, director de cine y productor
David, novelista, periodista, guionista, director y ...
Javier, fotógrafo y realizador de documentales
Máximo, escultor

Los Marías:
Miguel, crítico de cine
Fernando, catedrático de Historia del Arte
Javier, escritor
Álvaro, músico

Los Fesser:
Guillermo, periodista, humorista, cineasta y promotor musical (flamenco)
Javier, director de cine
Alberto, promotor cultural y socio director de La Fábrica

Los Panero:

Juan Luis, poeta
Leopoldo María, poeta
Michi, diletante

5 comentarios:

NáN dijo...

Deben ser familias raras, en las que nadie se tira un pedo en la sala provocando la risa de los hermanos. La Cultura (nótese la "C" mayúscula) lo invade todo y pasa lo que pasa: un filete en salsa no es un filete en salsa, sino que recuerda al que se comió no sé quién en la novela o película de no sé tampoco quién. O sea, ¡un desastre!

(Lo mismo con las familias de médicos, abogados, etc., aunque ahí parece todo suavizado por lo de "estoy aquí para sacar pasta").

Claro que a veces, una familia "culta" como la de Gonzalo Suárez tiene un hijo mayor, Gonzo, que no entra al trapo y le dejan por imposible. Y él, atrincherado en su cuarto, trastea con el ordenador, crea el juego "Comandos" y una sociedad para venderlo y gana más con eso que su padre con todas sus películas. ¿Se traspasa el "genio" incluso cuando no lo parece?

Este comentario "chorra" deja las cosas igual que estaban.

Anónimo dijo...

¿Y qué me dices de los Bardem? Madre mía, eso sí que tiene que ser insufrible...

Walter Kung Fu dijo...

De los hermanos Bardem, sólo Javier parece tener talento, a no ser que uno se refiera al talento para hacer croquetas o para cepillarse jovencitas.

Anónimo dijo...

Es que tu pst decía: "...desarrollar sus carrera dentro de la artes y la cultura": hacer croquetas es todo un arte y cepillarse a jovencitas entra dentro de lo "cultural".

edu dijo...

Pues en mi instituto había una familia de 5 hermanos, cada uno en un curso distinto, todos ellos bendecidos con el arte de la maldad, el trapicheo y el puteo al prójimo. Que suerte ser amigo del pequeño, cuántas experiencias vividas prematuramente...