miércoles, 3 de septiembre de 2008

Nuevos objetivos. Nuevos fascículos.

El mes de septiembre no sólo representa el regreso a la cotidianidad y a la rutina, sino también la búsqueda, normalmente fallida, de nuevos proyectos y propósitos que nos hagan (parecer) más listos, más sanos y más felices, tales como aprender idiomas, hacer deporte, dejar de fumar o practicar alguna habilidad escondida (dibujar, tocar la guitarra, fotografía o bailar), que sirva para enmascarar la frustración del retorno a nuestras vidas.

Existen otros acontecimientos, como el comienzo de la liga de fútbol, la aparición del nuevo catálogo de la IKEA, la renovación de la programación televisiva, la llegada del viernes o el obligado paso por la peluquería, que aliviaran la realidad de nuestras existencias. Pero sin duda aquel que más curiosidad y diversión me provoca es la avalancha de fascículos y coleccionables que invade los kioscos, repletos de libros, DVDs, dedales, abanicos, soldados de plomo, muñecas, plumas, relojes, vajillas, cursos de idiomas, series de televisión, superhéroes, motos, coches, furgonetas, triciclos, ..., con las siguientes dos características comunes: el aumento de su precio según avanza la colección y la inutilidad de los mismos. Sin duda, este año, parece que lo más novedoso es la colección Rosarios del Mundo, no sé si destinada a las feligresas de iglesia o a los idiotas de playa.

Personalmente, me gustaría encontrar uno que representara en figuritas, incluso en cómic, a Fulano, Mengano y Zutano, pero como su publicación no resultaría rentable, intentaré hacerme con el Batman que anuncian en la tele y que rivalizará en la estantería junto a Mazinger Z y los Barbapapas.

8 comentarios:

Maine dijo...

¡Barbapapá fue mi ídolo de la infancia! ¡Me encantaba! ¿Podía existir algo más gay que un enorme monstruo sonriente de color rosa y textura de blandi-blu?

Rfa. dijo...

Ja, ja, ja, Walter, cuánta verdad. Los periodos más felices de mi vida han sido aquellos en los que pasaba cada día por delante de un quiosco. Podría perder horas mirando las revistas y los coleccionables, en parte por curiosidad visual y en parte porque tengo la debilidad de acumular cosas inútiles.
Este año que empieza, por desgracia, mi rutina diaria no me acercará a casi ningún quiosquero. Pinta mal, la verdad. Pero así y todo, ya he caído víctima de los coleccionables: el otro día me compré el primer DVD de El Equipo A, todo un clásico de mi educación sentimental. También me seducen, no creas que no, los rosarios del mundo. Pero de momento me voy a conformar con las aventuras de M.A. y sus compinches, que ya ocupan un lugar preeminente en mi videoteca.

Bonita del Norte dijo...

mmm yo creo que me voy a hacer con el número 1 de la colección de libros de Los Cinco, que me encantaban, aunque son la edición de bolsillo, yo, sinceramente prefiero los de pastas rotas arregladas torpemente con celo por mi madre cuando era una pequeña devoralibros... Eso sí, yo me quedaré en el número 1 que es el fascículo barato, como hago con las películas de los periódicos o libros, etc... la crisis es la crisis...

NáN dijo...

Qué chupi, "joyas de la fe" (para meditar y coleccionar).

Yo creo que restos momificados de los mártires tendría más tirón. A ver si el año que viene la ofrecen.

Antikhristas dijo...

Yo tambie´nn soy de las que se quedan en el primer número...
Personalmente me gusgan las colecciones o¡personalizadas, que luego vas a casa de tus colegas y entre el fenómeno ikea y el mundo colección te das cuenta de que u casa es igual que las suyas...

Anónimo dijo...

Me encanta la colección de rosarios. Es obvio que no la compraré, pero utilizaré el vídeo para algún post de "buen humor". Lo merece. Genial tu comentario. Saludos y gracias por la visita y tu/vuestra opinión.

Anónimo dijo...

¿La iglesia tiene algún copyright o algo parecido sobre las imágenes santas o cualquiera puede fabricar y vender imágenes de santos?
¿Es casualida o esta colección sale en tiempos de crisis por algo?

chicoutimi dijo...

Es curioso que los coleccionables salgan precisamente en septiembre, justo después del periodo en el que supuestamente más tiempo libre tenemos. Imagino que, como dice Walter, se aprovechan de esa energía que nos entra y que nos lleva a hacer más propósitos que en Año Nuevo.
Yo sólo he conseguido completar una colección en toda mi vida, y de otra me faltó un número.
Nán, genial la colección de reliquias incorruptas de santos.