martes, 10 de junio de 2008

Lumi-Fashion

¿Mola el nombrecito, eh? Lumi se llama a la trabajadora no cotizadora a la seguridad social con domicilio fiscal en la kelly camp. Creo que os hacéis una idea de por donde va a ir esta noticia que me he encontrado en El Mundo y en Público.

Las putas de la zona de la Plaza de la Luna están más que hartas de que se las trate de excluir del vecindario, cuando muchas de ellas son vecinas puras y duras y llevan allí toda la vida trabajando. Por eso han decidido tomar la calle (de otra forma) para reivindicar que lo suyo es como el que tiene una tienda a la vuelta de la esquina.

No va a haber manifestación ni se van a ponerse a recoger firmas ni nada de lo que hace un tiempo se dedicaban los populares. Lo que habrá será moda, vamos, trapitos que vestirán estas mujeres para dar a entender que no sólo las tiendas super fashion que le ha dado por poner al consistorio tienen cabida en ese barrio.

Cita: jueves 26 de junio, C/ Ballesta (y luego os pasáis por el Fotomatón, que pilla cerquita, ya os iremos contando).

Foto: El Mundo

21 comentarios:

Centro Picasso Vilnius dijo...

Lo que había que darles a esas chicas son unas condiciones de trabajo y de vida; unos locales para ejercer y sobre todo que coticen, que con el dinero que ellas ganan podríamos construir un par de colegios. Anda que no resulta paradójico querer a echar a alguien de la calle...

Rfa. dijo...

Hombre, Magapola, sin ánimo de ser polemista, estarás conmigo en que comparar a una prostituta con "el que tiene la tienda a la vuelta de la esquina" es un pelín irreal, ¿no? Yo trabajo bastante cerca de la zona y, la verdad, el ambiente en esas calles es lamentable. Nada que ver con los carniceros o las mercerías de mi barrio, por poner dos ejemplos de comercios tradicionales que me pillan cerca.
El problema de la prostitución es muy complicado porque, por mucho que nos empeñemos en pintarlo todo de rosa, la realidad es sórdida y cruda. Podemos disfrazar a las putas de princesas, como hizo el cursi de Fernando León de Aranoa, o de modelos fashion, como va a hacer la gente de Hetaira. Pero lo cierto es que siempre serán un submundo inquietante que se alimenta de las pasiones más sucias y bajas del ser humano.

María Rogel (Lapor) dijo...

hola. No lo he entendido bien: quieres decir que se van a poner ropa mona? que estaán picadas por lo de TRIBALL que quiso hacer del barrio un Soho? sí, tema delicado éste... Pues a ver si conozco el Fotomatón, lo ponéis tan bien. besos

NáN dijo...

He repasado el post, por si citaba a Hetaira y no. Ahí se nota el que sabe.

PEro no estoy de acuerdo con tu final: la pasión más sucia y baja es la de ganar más dinero del que es posible gastar en toda la vida. Además, siendo limitados los recursos, todo lo que te llevas de ellos priva a alguien de los mismos.

Cuando se casó el principe griego Constantino (hermano de la Reina de España y que a la sazón había promovido la subida de los coroneles al poder) en Bruselas, era la época del Caso Profumo con la prostituta de lujo Cristine Keller.

Los situacionistas llenaron la ciudad con un cartel muy bien construido y este texto:

"Es mejor, muchísimo mejor, ser una puta como la Keller que un fascista como Constantino".

Acuerdo total por mi parte. Que yo sepa, las putas no torturaban a muerte.

d. dijo...

Sin tener nada especialmente nuevo que añadir, agradezco, Magapola, la información.
Y me acerco al "inefable Nan" en cuanto a lo de las bajas pasiones. Para bajas pasiones, lo de los especuladores que quieren echar a las putas del barrio. En cuanto a la sordidez de su profesión --lejana de la situación de casi cualquier otro oficio como dice Rfa.--, pues sí, es todo lo sórdida que nuestras autoridades permiten que sea al no normalizarla. Pasarán los siglos y seguirá habiendo putas. De nosotros solo depende cuáles sean sus condiciones.
Por cierto: a) podrías haber incluido "Lumi-fashion" entre tus grandes palabras, porque el término se las trae; y b) el link de Público...
Muak

tartarugueta dijo...

ayer me coment'o una chica que las llama trabajadoras sexuales.
no entiendo como el oficio mas antiguo del mundo sigue siendo ilegal..

rinconete dijo...

Amigo rfa. se te ha despertado el obispo que todos llevamos dentro!
El oficio de puta no debiera ser diferente de cualquier otro servicio. El problema no viene de quien lo ejerce, que al fin y al cabo está en todo su derecho de alquilar su cuerpo o una parte del mismo, sino de la moral y las buenas costumbres que las aparta del sistema del que gozan todos los otros (incluyendo a sus clientes) dejándolas en plena indefensión.

Rfa. dijo...

Ja, ja, ja, Rinconete. En realidad, el obispo que llevo dentro nunca duerme. ¡Ni falta que hace! Los que me conocen bien saben que siempre quise llevar sotana.
Respecto al asunto de las meretrices (o Lumis, que mola más), me preocupa que esta conversación se convierta en una sucesión de lugares comunes y obviedades ñoñas escritas por progres desde la comodidad de los ordenadores de sus curros. Lo queráis reconocer o no, la prostitución siempre estará rodeada de miseria y sordidez porque, para empezar, la gente que se va de putas es bastante chunga. Y, como todo el mundo sabe, la gente chunga crea ambientes chungos. Pongamos que las putas son todas chicas majísimas que, además de enseñarte las tetas y ofrecerte una mamada cuando bajas a por el pan, tienen el corazón del tamaño de un estadio de fútbol. Pues bien, por muy buenas que sean, los individuos que estén dispuestos a pagar por echar un polvo con ellas probablemente vayan hasta las patas de alcohol, de drogas o de yo qué sé qué, y es probable que también vivan amargados, llenos de rabia porque no pueden follar como dios manda, con alguien que se sepa tu nombre, por lo que les saldrá el rencor por las orejas. La fórmula se me queda entonces en PUTA BUENA+BORRACHO+RESENTIDO. ¿Cuál pensáis vosotros que será el resultado?
En cualquier caso, como digo, discutir sobre tópicos suele traer consigo más tópicos aún. ¿Quién da más, señores?

Anónimo dijo...

Querido Rfa., cuando hablas de progues que opinan desde la comodidad de su silla delante del ordenador me vienes tú a la cabeza ;) Porque qué más cómodo que servirse de tópicos para opinar de algo ajeno a uno. ¿A que te ves libre de estar con una puta o, quién sabe, un puto? Pues eso.

Nunca diferencio entre putas y putos y actores y actores de porno, pero sí, unos tiene platós alquilados y legales donde actuar y otros no. En fin.

d., ¡corregido!

Último comentario: ¡vivan las pasiones bajas!, bajas por dónde se sitúan, más que nada, aunque en posición horizontal todo se equilibra. Y, por supuesto, ¡vivan los sacerdotes!, los putos amos de las pasiones bajas

NáN dijo...

Vender el cuerpo, o el alma, suele ser una necesidad.

No creo, Rfa., que haya que acudir a más tópicos que los que la realidad presenta. En tu primer comentario, solo me opuse a una cosa que me pareció de carácter moral (y en estas cosas la moral, cuando más lejos, mejor): lo de las pasiones bajas. El mundo está lleno de cosas que me desagradan, pero si yo prefiero leer, no me siento mejor por eso que los que se van de putas o compran adornos para la casa en los chinos (en plan popular o en plan cultureta paródico).

El resto de tu comentario me pareció de lo más razonable, porque es cierto que la prostitución está rodeada de sordidez y miseria. El problema, y perdona el tópico, es que eso se debe a la "prohibición". Todo lo que está prohibido se vuelve mafioso y sórdido. Ahora tomamos estupendos combinados en agradables bares, pero en la Prohibición americana había que hacerlo en sitios controlados por la mafia y se volvía sórdido.

Que sea un trabajo, con todas las normas de salud, dignidad, etc. que tiene cualquier trabajo, y se terminarán esas lumis en las calles, con los chulos, drogatas, etc.

Por cierto, a mí tampoco me gusta la sordidez en mi calle, en eso te doy toda la razón, pero por la limpieza (por razones especulativas [triball es de cuidado]) de la plaza de los cines Luna, tengo a los alcoholicos en la calle Pez y a los fumadores de heroína en mi puerta. Ahora me ha tocado a mí.

Walter Kung Fu dijo...

Ni todas las putas viven rodeadas de sordidez y miseria, ni todos los clientes son borrachos, drogadictos o perdidos. Me parece una limitación muy cruel.

Tampoco tengo tan claro que se pueda comparar a la puta que trabaja debajo de su casa con el panadero de la misma calle.

Anónimo dijo...

En ciertos aspectos sí son comparable, WKF, por supuesto no en todos. Lo son tanto como tu panadería con un centro de masajes.

Anadja dijo...

No todos los clientes de la prostitución son degenerados o borrachos.
Rfa., eso sí es un topicazo de cuidado.

Ni todas las prostitutas o prostitutos viven rodeados de sordidez y miseria. Reitero, si la prostitución fuera legal y quien la ejerciera lo hiciese por su propia voluntad, se evitarían las situaciones de abuso y la marginalidad (mafias, chulos...), que es lo que a mí me parece sórdido.


Me encantaría vivir en un mundo en que que las prostitutas y prostitutos de mi barrio fueran considerados como el tendero de la esquina y creo que es eso a lo que debemos aspirar, no a barrerles de un plumazo.

Yo vivo al lado, paso por ahí todos los días y me molesta mucho más la especulación que está acabando con la identidad del barrio, que las putas. No es cuestión de buscarle la poética al asunto, al modo de Fernando "Ramplón" de Aranoa, ni tampoco de hacer apología excesiva del mismo.
Hay que respetarlo. Y punto.

Dentro de nada, ya no quedarán ni putas, ni merecerías, ni carnicerías, sólo tiendas fashion de jóvenes diseñadores a los que incluso les mola codearse con el ambientillo sórdido del lugar, para sentirse beatniks posmodernos por un día...

Y lo próximo será que estas tiendas ofrezcan visitas guiadas por el barrio "¡Descubra usted el lumpen madrileño!", del estilo de los "favelatours" que organizan los operadores turísticos de lujo en Río y en Sao Paulo, eso sí, en furgoneta blindada, claro.

Qué lastima.

d. dijo...

Dos cosas:
1) Tratándose de un negocio tan fructífero, habría que plantearse cuántos progres que escriben "lugares comunes y obviedades ñoñas desde la comodidad de los ordenadores de sus curros" se van de putas.
2) Igual tenemos que abordar esa diferencia entre las prostitutas y los carniceros. Creo que esa diferencia que, Anadja, como la prostitución, existirá siempre, reside en que aquí lo que se vende es sexo. Y el sexo se le tiene tanto miedo que ha sido censurado por la humanidad desde hace milenios; tanto por las religiones como por los burgueses que llaman chungos a los que se van de putas. Ergo...

NáN dijo...

Querido d., el sexo solamente es sucio desde el triunfo de las tres religiones monoteístas. Más o menos entre 2.000 y 3.000 años.

En la historia humana, un suspiro.

(por cierto, tenía ganas de preguntar si la convocatorio del fotomatón es "abierta").

Rfa. dijo...

Tengo la sensación de que me he posicionado en el lugar más comprometido de este foro, yo que soy tan abierto y enrollado. Pero como no me siento capaz de aguantar más este rol, me doy por vencido con un discreto mutis por el foro. Eso sí: no pienso participar de la farsa moderniqui que van a organizar el día 26. En una última claudicación a la demagogia, declaro que me parece una aberración.

chus dijo...

Claro, a mí me pasa con las cosas que son ilegales, que no sé muy bien qué pensar o cómo sentirme. Cuando quiero fumarme un porro lo que hago es buscar al moro de turno, en el parque de turno, contribuyendo a la injusticia de algo que pienso justo y sabiendo que el fin deseado de que sea legal pasa por mucho sitios menos por alimentar la ilegalidad con mis actos. Me pasó también el otro día, cuando se puso a llover y le compré un paraguas a un chico chino que los vendía sin regateo a 2 €, me dije rápidamente: "qué mierda", bajo mi paraguas, claro.
Yo creo que se mezcla alegremente en los comentarios lo legal con lo moral y viceversa.
Obviamente hay direfencias sociopolíticas entre un carnicero y una prostituta. Una de ellas y creo que la peor de todas, es que el carnicero puede ejercer su trabajo legalmente y amparado por la ley y la prostituta no. Siendo la repercusión social más sangrante que la política, por cercana no por importante.
A mí me da la impresión de asistir a una de esas máximas injustas en la que nos retroalimentamos con ideas erroneas, prejuiciadas y estereotipadas. Tengo la sensación de que hablamos de las putas "visibles", esto es, de las putas que aglutinan todos los adjetivos tradicionales anclados en el rechazo.

Hei Jei dijo...

ahí va magapola, la que has liao!! ;)

pues yo no sé si soy una chunga, pero alguna vez he pensado en pagar para realizar alguna de mis fantasías, así que...

y ya no digo nada más xDD

Bonita del Norte dijo...

No todos son borrachos eso es... hay un nutrido grupo de chavales que les encanta la prostitución. Yo conozco mucho chicos; que sin necesidad de pagar por esos servicios los han probado o incluso son asiduos a ellos.

Lo que no entiendo es por que no la legalizan de una vez, es de sobra sabido que la prostitución va a seguir estando ahí, si no puedes con tu enemigo únete a el... Sería mucho mas beneficioso para todas las partes la legalización de todo esto y ofrecerles unas condiciones laborales decentes.

LA DESGRACIÁ dijo...

Que no creo que me pase... que estaré "trabajando". Sí...en esa misma calle...porque la oposición..no habrá sido la salida..asi que tiraré de mí como salida.

Ok. Hablando de sacerdotes y pasiones bajas..¿Has leído que en italia no han dejado casarse a un parapléjico porque no puede procrear y éste es el único fin del matrimonio? Y eso que era con una tía.. que si llega a ser gay..lo queman en la pira..

Muaks apa

rinconete dijo...

De acuerdo con el amigo nán. Lo sórdido lo aporta la prohibición, no el servicio.

Hace un par de meses un vecino de mi barrio fue condenado a prisión por tener tres o cuatro matas de marihuana en el balcón de su casa. El pobre tipo pasó varias semanas en cárcel, en un ambiente más que sórdido para retomar el adjetivo, hasta que la Cámara de Casación lo dejó libre declarando al pasar que penalizar el cultivo de marihuana para consumo personal es anticonstitucional.

Si cada cual pudiera fumar tranquilo un porro en su casa o por dinero hacerle masajes a un señor o recibir caricias de una señorita sin que esto fuera fiscalizado por un funcionario público, el nivel de sordidez caería exponencialmente.