viernes, 29 de junio de 2007

Semana Aniversario Sindrogámico. Libros

De todos es conocida la afición de los Sindrogámicos por las letras, las letras sueltas y también las que algún despistado llamado escritor se pone a juntar, creando maravillosos libros. Algunos de esos geniales libros nos han llegado a nosotros y nos han emocionado. Como en las películas, no están todos los que son, pero sí son todos los que están. ¿Serán también algunos de vuestros preferidos?



Rfa. Lolita, de Nabokov.Escojo esta novela, fundamentalmente, porque tiene uno de los mejores personajes con los que me he topado jamás. Y claro, como ese personaje es el narrador, todo el libro respira su encanto. Humbert Humbert me divierte por cínico, me cautiva por sensible y me conmueve por trágico. Lolita, su gran confesión, es sobre todo un tratado de estética. ¿Y qué nos enseña? Otra tremenda ironía: que la búsqueda de la belleza puede ser la mayor de las perversiones.

Walter Kung Fu. El hombre que se enamoró de la luna, de Tom Spanbauer. Apenas podría escribir sobre esta novela, de su extraño argumento, cómo está escrita y cosas de ésas, pero sí que recuerdo la valentía y crudeza de sus personajes, lo evocativo de su lectura, la poesía de su discurso. Historia de un héroe(s) en el Oeste más salvaje. Teruteru."

Mon. Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Me leí ese libro hace unos cuantos años, quizá hace más de los que creo, porque era mientras estaba en la carrera. Me enganché totalmente y me conocía todos los personajes y casi que me preocupaba por ellos. Me lo leí del tirón y me encantó. Me había leído años antes "El amor en los Tiempos del Cólera" que me pareció un auténtico coñazo. Título tremendo e historia muy bonita pero demasiadas descripciones de lugares, plantas, cosas que desvían la atención y que me aburren.

Mikto Kuai. Mi último suspiro, de Luis Buñuel. No es mi libro preferido, pero me acaba de venir a la mente. Si adoras el cine de Buñuel, este es un gran libro con el que poder completar esa pasión y conocer un poco más a este mago del surrealismo. Incluso creo que es un libro digno de ser un imprescindible aunque no te apasione el cine, o las películas de Buñuel, o ni siquiera el surrealismo.

n. Hablando del asunto, de Julian Barnes. El problema de escribir sobre estereotipos es que es muy fácil acabar cayendo en la caricatura o la obviedad. En Hablando del asunto, alrededor del desenfocado personaje de Gillian gravitan Stuart y Oliver, dos hombres que representan dos extremos, dos estereotipos: el perdedor resignado y el encantador atormentado, el marido y el amante entendidos como conceptos. A través de un lenguaje sencillo y un buen puñado de escenas tan cotidianas como conmovedoras, Barnes consigue que comprendamos y empaticemos con ambos extremos. Quizás no sea el mejor libro que leído, pero sí el que más veces. Ah, y por descubrirme la palabra "esteatopigo".

Magapola. G., de John Berger. Como siempre, dejo hablar al propio libro. "¿A quién paseábamos? Era yo una rodilla que quería el muslo de la otra pierna. Los sonidos de mis palabras más tiernas estaban en tu ano. Tus talones eran mis pulgares. Las palmas de tus manos, mis nalgas. Me escondí en una comisura de tu boca. Me buscaste con la lengua. No encontraste nada. Con tu garganta hinchada, mis pies en la boca del estómago, cavando tus piernas, mi cabeza remolcando tu cuerpo, yo era tu pene. Eras la luz que cayendo en los pétalos oscuros de tu vagina se volvía rosa. El navío de la sangre subió en la presa de tus flores." Para mí, pura poesía.

Anadja. Nadja, de Andre Breton. Magia, locura, surrealismo y amor.

20 comentarios:

rinconete dijo...

Lolita me fascinó y me llevó a leer durante varios meses todo lo que pude encontrar de Nabokov. Cien años de soledad es uno de esos libros-oceano que uno no quisiera terminar(me pasó tambien con El mundo según Garp de J.Irving). Mi último suspiro es una pequeña maravilla imprescindible aunque no te apasione el cine como bien señala mikto kuai (lo escribió con J.C.Carriere, no?). lamentablemente Breton siempre me desagradó, tal vez por eso me costó gozar de Nadja.

June Fernández dijo...

Cog� Lolita con ganas pero no pude con ella, lo confieso. La novela se me hizo pesad�sima, no s� porqu�. Cien a�os de soledad, aparentemente m�s interminable, me gust�.

Mis tres libros, entre los que soy incapaz de quedarme con uno, son El Principito, 1984 (hasta aqu� toma topicazos, pero qu� le voy a hacer) y la novela Los invisibles, de Nanni Balestrini. Es el relato en primera persona de un activista del movimiento del 77 italiano. Narra por una parte c�mo empez� a integrarse en movimientos sociales, las actividades que realizaban y c�mo el movimiento empez� a tontear con la violencia, y fue duramente reprimido. Por otro lado, relata c�mo es la vida en la c�rcel.

Pero lo que hace especial al libro es que est� escrito sin signos de puntuaci�n. Al principio cuesta acostumbrarse pero el efecto es genial, parece que el protagonista te est� contando todo en persona, y expresa m�s emoci�n, agobio, entusiasmo... Adem�s, el vocabulario que utiliza, la forma de expresarse, es de lo m�s realista. Repite frases, mezcla el registro pseudointelectual del t�pico universitario progre con expresiones coloquiales propias de la edad (lo mismo te echa un rollo pol�tico que parece sacado de un manual comunista que te dice: "y la okupa estaba guap�sima, t�o")... Muy original, animaos a leerla.

NáN dijo...

Trato de hacer memoria, porque lo que quiero poner son libros que me impresionaron en su momento. Algunos ya no estarían en la lista de hoy, porque sus autores hiceron alguno mejor, o porque ya no («ya no, ya no» se burla la parte reflectante de la horrorosa pantalla. «Calla, imbécil», le digo y sigo). Me dejaré muchos. Pero a las 20:29 de hoy, 29 de junio (he tenido que mirarlo), salen estos:

"En el camino", de Kerouac, unido sin solución de continuidad a "Los vagabundos del dharma". Aquí era todo tan gris. Creo que he leído casi todo de él, pero también de los demás beats, cambiando mis preferencias.

"El palacio de la luna", de Auster. Me dejó boqueando como un pez fuera del agua, tiré hacia atrás de todo (lo leí, por casualidad, nada más salir) y luego he sido fiel hasta el último, que ya me he negado. Aún así, por los tiempos pasados, le daría un besazo en la boca a Paul.

Los dos gordotes ("Detectives salvajes" y "2666") de Bolaño, con todo lo que caiga de propina.

¡¡¡"Rayuela"!!! + Cronopios + ...todo todo todo Cortázar. ¡Menos la poesía!, fíjate tú, que la he conocido este año.

"Cien años de soledad", claro, y un par más de GGM. Y "Conversaciones en la catedral" (poco más) de Vargas Llosa.

Javier Marías antes de la Trilogía última.
Vila Matas me mata de gozo.

"El rayo que no cesa" de Miguel Hernández + García Lorca todo lo andaluz y lo de Nueva York, Aleixandre, Cernuda, ¡Juan Ramón Jiménez!

Los del 50, empezando por "Las palabras del verbo" de Gil de Biedma, a quien debería odiar por cuestiones familiares (pero no odio).

Y los "Novísimos".

Mi hijo quiere entrar en Internet a por entradas de cine. Es una suerte, porque puedo dejar esto.

Solo decir que las palabras me emocionan de una manera peligrosa.

Walter Kung Fu dijo...

El mundo según Garp y El palacio de la luna fueron dos de las opciones que valoré seleccionar. Son dos clásicos modernos. Dos obsesiones. Aunque la primera opción que comuniqué fue Paris no se acaba nuca, de Vila Matas. Pero como confundí el nombre con la de Hemingway, opté por otra opción.

Muy buen gusto el de nuestros lectores.

rinconete dijo...

Mi tocaya june y el amigo nan me animan a agregar ejemplos a la lista:

Ficciones de J.L. Borges
Bartleby el escribiente de Melville.
Los papeles de Jeffrey Aspern de H. James
Crimenes perfectos de Max Aub

June Fernández dijo...

¿Tocaya? Qué bien, no conozco muchas junes y menos en la blogosfera. Me encanta Cronopios, pero Rayuela es uno de esos libros que por más que lo intento no paso de la página 20. Aunque compararle con Cortázar es mucho, me encantan los relatos surrealistas de Quim Monzó. Y siguiendo con los relatos, mejor dicho, cuentos, imprescindible Benedetti, cuya poesía es una de mis asignaturas pendientes (en realidad, la poesía en general).

Los que me impresionaron... Recuerdo con desasosiego Ensayo sobre la ceguera, de Saramago. Tuve pesadillas durante un tiempo con La metamorfosis de Kafka, cuando el padre le incrusta al bicho una manzana en la coraza. No sé porqué, esa imagen me parece espeluznante, seguro que tiene una lectura psicoanalítica. América también me gustó, y con El Proceso cometí la estupidez de aparcarlo cuando me quedaban diez folios y ahora me da pereza retomarlo.

Creo que podríamos estar meses añadiendo comentarios a esta entrada. Por cierto, si algo me gusta de este blog (entre otras muchas cosas) es que hay muchos comentarios extensos. En otros siempre me ha dado apuro ser la única incapaz de ser concisa.

ese dijo...

Clásicos:

- La insoportable levedad del ser de Milan Kundera
... El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida ... lo vive todo a la primera y sin preparación ...

- Neuromante de Willian Gibson
... ¿Qué dirías si te aseguro que podemos corregir tu desperfecto neuronal, Case? ... Case sabía ahora que estaba soñando y que no tardaría en despertar ...

Rfa. dijo...

Je, je. Menuda panda de lectores sesudos que estamos hechos. ¿Y nadie ha disfrutado nunca con algún best seller? Yo tengo que confesar que me siento terriblemente atraído hacia ellos. Especialmente los que se venden en lugares inesperados, como los bares de carretera o las tiendas de flotadores de la playa. Girar el expositor para ver todos los libros me produce una sensación parecida al éxtasis. Todos esos colores tan bonitos, esas portadas maravillosas, esos títulos tan tentadores, son un delicadísimo estímulo para mí. Al final casi siempre sucumbo y me compro alguna novelilla, sobre todo si es verano y tengo previsto playear. Lo curioso es que luego, cuando empiezo a leer, el pedante insoportable que llevo dentro se rebela y la toma con el libro nuevo, haciéndole todo tipo de perrerías: manchas de crema, granitos de arena, hojas húmedas. Habría que investigar hasta qué punto nos puede la pedantería, hasta qué punto nos amarga los dulces sencillos y coloridos, ¿no os parece? Mira que si nos estamos perdiendo algo por ser todos tan listos...

rinconete dijo...

June, lamentablemente no somos tocayos de nombre (que más quisiera que llamarme así) sino de apellido... Por Rayuela la verdad es que no hay nada de malo en no ir más allá de la página 20. Lo fabuloso son los cuentos de Cortazar. ¨Casa Tomada¨es pura maravilla. Ensayo sobre la ceguera me gustó, me impresionó la descripción del primero que se contagia del mal y siente que se hunde en un mar de leche.
Amigo rfa., hace años compré una novela de Corin Tellado en una estación de tren. Todavía recuerdo con placer la descripción de la pasión entre dos amantes, la terrible separación y el inevitable reencuentro. Voy a volver a la estación a ver si todavía hay algo.
No se cuantos ejemplares vendió en su vida CT, pero de seguro que batea en las grandes ligas...

Antikhristas dijo...

Elijo un libro de Murakami, "Kafka en la orilla", el primer libro que he leido en 2007. Me gustan sus personajes, y su forma de tejer cuentos dentro de otros cuentos. Es el Auster japonés. Siempre me leo sus novelas de un tirón, y cuando acabo me cuesta mucho engancharme al siguiente libro.

Walter Kung Fu dijo...

Nunca leo best sellers. Es uno de mis prejuicios confesables. Sinceramente, me parece una pérdida de tiempo. Hay demasiada literatura por leer. Hay quien dice que los lee para poder opinar de determinados fenómenos, como el del Dan Brown, pero me parece absurdo. No se debería leer para poder opinar.

Rfa. dijo...

Entonces... ¿para qué leer? ¿Sólo para poder contar a los demás los libros estupendos que has leído? Menudo rollo. Lo divertido de leer libros es opinar sobre ellos. Igual que pasa con las películas o con la tele. Al margen, claro, de lo bien que te lo pases leyendo.

Walter Kung Fu dijo...

Lo que quiero decir es que jamás me leería un Código Da Vinci porque es tema de conversación popular y quiero participar en el debate. Si no me interesa, no lo leo y punto.

Y del resto, me silencio.

June Fernández dijo...

Yo leí El código da vinci, no por participar en el debate sino por la curiosidad de porqué tenía tanto éxito el libro. Me pareció lo mismo que ver la típica película "americanada": ameno, engancha, pero ni frío ni calor. me encantó, en cambio, La sombra del viento.

Pero os propongo que definamos qué es un best-seller. Pienso que no depende del número de ejemplares vendidos sino de la intención con la que se escribe. Porque ¿qué culpa tiene un buen escritor de que una novela que ha escrito con honestidad y sencillez se convierta en un éxito? ¿Merece la etiqueta despectiva de best-seller?

En cuanto a porqué leer, yo no lo hago para opinar, simplemente para disfrutar. Tal vez sea porque tampoco podría ya que tengo pocos amigos con los que comparta gustos literarios. Y en cine tengo una manía: me molesta que me presionen para que opine y debata sobre una buena película al salir del cine. Es como si no quisiera que nadie me hiciera perder la sensación que se me ha quedado. Se rompe la magia. Recuerdo el cabreo que me agarré cuando salí impresionada de ver El sexto sentido y la persona con la que fui me intentó convencer de que su interpretación de la película (más pragmática) era la correcta.

Anónimo dijo...

Yo llamo best seller a un libro que de repente tiene unas superventas, un éxito inmediato importante. Este éxito es de ventas, no de calidad o nivel literario. A veces coinciden, pero la gran mayoría no. Pero el caso es que hay una tipología que hace pronosticar qué libro puedo llegar a serlo. Y es ahí donde no entro, porque los libros qu eentranen esa tipología me dejan un poco indiferente, aunque nadie dice que no sean entretenidos, pero no megasto pelas ni tiempo en ellos.

Tampoc me leo un libro para comenatrlo porque está de moda. Creoq eu no hago eso con nada, ni con la televisión, etc.

Sí, es como las pelis comerciales, exactamente igual.

Walter Kung Fu dijo...

Son muchos los libros que desde su origen están construidos para vender, para los que desde un principio se elige la temática, siguiendo una tendencia marcada por el mercado, coescrita por varios autores, aunque luego sólo aparezca uno, de calidad literaria dudosa, etc. Para mi, estos son los libros que reciben el término de best seller en su forma más peyorativa, aunque luego no vendan.

rinconete dijo...

Creo que el gran placer es leer por leer. Sin otro compromiso que ese. Y en tal caso, si la lectura nos gusta, da igual que sea de Dan Brown, Juan José Millás o San Agustín. Así como no hay que esforzarse al leer, no hay razón para limitarse a la literatura seria, por llamarla de alguna manera (al fin y al cabo, alguna vez Dashiell Hammett no lo fue y nadie puede asegurar que Jorge Bucay no lo sea algún día).

Comentar lo que uno leyó es un placer adicional y diferente. No requiere necesariamente que nos haya gustado el libro (como sucede con el cine, posiblemente nos sea más fácil demoler un esperpento que elogiar una obra maestra).

Un amigo, profesor de literatura, me comentó hace algunos años que tenía el mejor trabajo del mundo: ¨Me pagan por leer y hablar de lo que leo, que más puedo pedir?¨.

June Fernández dijo...

Tiene que ser más triste escribir best-sellers y que luego no lo sean, que no vendan nada... Dudo con un escritor así esté a gusto consigo mismo, si es que se le puede llamar así. Qué patético. Dicen que en arte Jeff Koons es así (el artífice del grotesco Puppy, el perro del Guggenheim), que proviene del marketing y su único objetivo al hacer una obra es que sea un éxito. Qué vacío tiene que estar.

June Fernández dijo...

"Dudo que" no "dudo con". Cómo andamos

Anónimo dijo...

Leer un libro con agrado ya es suficiente fuente de disfrute, sea bet-seller o de culto, no hace falta más. Pero si además encuentras a alguien con quien comentar lo que lees, placer doble.

Respecto a los libros que comentais, me quedo con El Principito (tópico o no, qué más da), Cortázar Cortázar Cortázar (sobre todo los cuentos, sí) y añado dos que me han impactado especialmente en los últimos tiempos:

- La conjura de los necios, de JK Toole. Es el último libro que he leído, y pocas veces me he divertido tanto. Os digo en serio que no sé si Ignatius Reilly me produce repulsión o admiración, quizá los dos sentimientos, pero desde luego me fascina.

-Una breve historia de casi todo, de Bill Bryson. A ser posible en inglés. Si estais mínimamente interesados por la ciencia, este libro enamora. Ciencia contada por un no-científico, o lo que es lo mismo, por quien no tenía ni idea pero se sentía enormemente atraído por nuestro mundo. Como la mayoría de nosotros, no? Sólo que el autor ha dedicado años de su vida a preguntar.
El lenguaje es imaginativo y fluido, una delicia en el fondo y en la forma.
Creo que debería ser la guía para todos los profesores de Ciencias de Secundaria.

P.D. Viva el Puppy!