miércoles, 11 de abril de 2007

El señor de la silla de ruedas.

El año pasado estuve toda la Semana Santa dando vueltas con la cámara por Madrid. Y fui a dar con la única procesión que se celebra el sábado. El sábado, por si alguien no lo sabe, es el día menos santo de toda la Semana Santa. Cristo ya está muerto y va a estarlo durante 3 días, así que no tiene sentido hacer procesiones. Entre el viernes y el Domingo de Resurrección hay un vacío que la gente dedica a salir de compras y a hacer excursiones. Cualquier procesión estaría fuera de lugar. Pero el año pasado, como decía, a alguien se le ocurrió saltarse esta norma: trajeron a una cofradía de Zaragoza y la pusieron a desfilar por la Calle Mayor. Yo no sé si el señor de la silla de ruedas también era maño, pero el caso es que le sacaron igual. Lo que sí que intuyo es que debía de ser un tipo importante, porque desfilaba en solitario y lo hacía con gran solemnidad. La estampa de él y su lacayo me pareció digna de un cuadro de Velásquez, así que me aseguré de que le sacaba una buena foto. Si queréis verla, sólo tenéis que visitar mi fotolog. Allí encontraréis, además, otras imágenes de Semana Santa

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que (además de que la foto es genial) la imagen de ese hombre en silla de ruedas caminando como alguien importante en medio de una procesión me parece genial. Es de esas que un profesor de guión te diría, "ahí hay una historia" y supongo que no se equivocaría.

Rfa. dijo...

Tienes razón, pequeñoibán! En mi caso, la historia giraría en torno a la claustrofóbica relación del señor con su lacayo. En plan Qué fue de Baby Jane. Me gusta tratar de imaginar quién tiene más poder sobre el otro.

Walter Kung Fu dijo...

No hay duda de que el tipo es bastante inquietante. Y con el crucifijo en la mano, más todavía.

Anónimo dijo...

Yo creo que le conozco de algo, fíjate...

Anadja dijo...

El tipo de la foto sería un gran vilano de una peli... Y no sólo por su perturbador aspecto sino porque los malos que sufren algún tipo de discapacidad o defecto físicos, siempre han dado mucho más miedo, puesto que ese tipo de taras remarcan y magnifican lo más terrorífico de todo; el inmenso poder de sus maquiavélicas mentes, que, a sabiendas de su dependencia de los demás, someten y controlan todo en mayor grado...

Grandes fotos, Rfa.