jueves, 21 de diciembre de 2006

Un rápido vistazo al 2006 musical

1. El movimiento que nunca fue

Cada año el lobby de las revistas de tendencias se saca de la manga un movimiento que, en teoría, viene a poner patas arriba la música tal y como la conocemos. Con unas normas cada vez más laxas – no hacen falta más de 3 grupos para formar una escena – por lo general no más de un par de grupos de cada movimiento suelen sobrevivir más allá del segundo disco. En el 2001 fue el “Nuevo Rock”, con The Strokes y su estupendo “Is this it” como máximo exponente. 5 años después, los salvadores del rock coquetean con el mainstream y consiguen una notable indiferencia gracias al mediocre “First impressions of Earth”. En 2002 llegó la indietrónica - new age con ruiditos patrocinada por el sello alemán Morr - , cuya única aportación real a la posteridad, el magnífico “Give Up” de The Postal Service, no era ni de Morr ni del 2002 (se publicó en el 2003). En 2003 le tocó el turno al revival post-punk, que únicamente dejó un puñado de singles estimables de grupos (!!!, The Rapture, LCD Soundsystem) que pusieron a bailar de nuevo a todos los indies, pero que se desinflaron de forma alarmante al pasar al formato largo. En 2004 desembarcó en el panorama musical toda la troupe de hippies que acompañaban al salado Devendra Banhart – el único, junto a Sufjan Stevens y Joanna Newsom, que promete algo de recorrido – bajo la enseña del weird folk, una de esas revoluciones que ha acabado sirviendo únicamente para anunciar bebidas cool e intentar tapar el ruido de las obras de Madrid. Y, finalmente, el 2005 fue el año de Canadá, con Arcade Fire capitaneando un conjunto de bandas hiperpobladas que, a pesar de hacer grandes canciones, caían a veces en algunos de los tics épicos de – glups – U2. Algunos apuntes sobre el movimiento del 2006 (y alguna cancioncilla de regalo) sólo pulsando "Leer más".

La next big thing del 2006 se comenzó a gestar – no podía ser de otra forma, cosas de la revolución tecnológica – en los ambientes bloggers y myspaceros, y en realidad nunca ha llegado a atravesar las fronteras del ciberespacio. Con The Pipettes como estandarte, numerosas girl bands (o al menos, grupos con chica al frente) han retomado el legado de Phil Spector y demás grupos vocales femeninos de los 60, mezclándolo con actitudes y letras más propias del movimiento riot girl de los 90 y del feminismo post-“Sexo en Nueva York”: mujeres seguras de su sexualidad, pero con un coranzocito abierto al amor verdadero. Tras meses de revuelo en la red en Agosto salió por fin el ansiado “We are The Pipettes” y no se movió ni una hoja. Como ya ocurría con los grandes grupos en los que se inspiran, todas estas bandas han encontrado su razón de ser en el formato single: “We are The Pipettes” es en realidad una recopilación de canciones que llevaban más de un año circulando por la red y, aunque no pasará a la historia, nos ha alegrado el año gracias a un puñado de singles altamente contagiosos como la estupenda Pull Shapes, para muchos la canción del año sin duda. “Clap your hands if you want some more”. Clap, clap, pues.

Si The Pipettes se han postulado como pastiche con cierta sorna, Lucky Soul apuestan directamente por la clase. Desde Greenwich, han publicado hasta el momento dos 7’’ en los que demuestran su buen gusto a la hora facturar pop del de toda la vida, con las Ronettes, Dusty Springfield o Sandie Shaw como referentes explícitos. Lips are unhappy es otra de las canciones pop del año: es imposible que ese “shake, shake, shimmy” no se clave en tu cabeza durante días. Los suecos El Perro del Mar se mueven en unas coordenadas similares de elegancia, añadiendo además a sus canciones una tristeza y una melancolía que les sientan realmente bien. Como buen ejemplo, este pequeño guiño a los Beach Boys, God Knows. Las neoyorkinas The Dansettes, por su parte, pescan en otras aguas, las del catálogo de Atlantic y el soul más calentorro de Aretha Franklin y Tina Turner. Una canción como Oh My! podría haberse publicado en cualquier época y seguiría siendo igual de buena.

Por supuesto, se quedan en el tintero muchas más bandas como The Revelations, The Schla La Las (más cercanas a las Pipettes) o Tralala (mucho más punkis), bandas que han formado parte de una revolución que en realidad nunca fue, pero que han conseguido alegrarnos este 2006 recuperando una de las páginas más brillantes de la historia del pop. Y es que, como dicen las Pipettes, aquello eran buenos tiempos...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial repaso. El fenómeno creado por The Pipettes es algo nunca visto: he puesto la canción Clap your hands if you want some more a gente con gustos totalmente opuestos a los míos, más o menos allegados, con gustos tradiconales o no... a todos, A TODOS, les ha vuelto loco la canción y hasta querían aprenderse el baile...

Anadja dijo...

Gracias por refrescarnos la memoria con este repaso, n., The Pipettes me ponen de buen humor, que ya es bastante y, aunque no tengan demasiada trascendencia son quizá lo que más he escuchado este 2006.
Respecto a lo que viene, deseandito estoy que llegue la fecha de publicación (finales de Enero, creo) del nuevo disco de The Shins, sin duda mi grupo preferido de estos últimos tiempos.
¡Que no pare la música!