martes, 10 de octubre de 2006

Rockdelux y la pedantería.

¿Cuántas veces habéis discutido con alguien sobre la supuesta pedantería de Rockdelux? Muchos de vosotros pensaréis que es una discusión estéril, que al final todo depende del gusto de cada uno, ¿verdad? Pues estáis equivocados: la pedantería es un fenómeno perfectamente detectable. Es más: los pedantes actúan siempre conforme a un patrón muy sencillo, y tan sólo hay que estar un poco alerta para dar con él. Me he leído el número de octubre en busca de un buen ejemplo y al final he dado con uno perfecto: la crítica de Alatriste. Os invito a que la repasemos juntos para encontrar los trucos del pedante.

Por supuesto, empezamos por el principio. Como todos sabréis, la película se ha criticado mucho por haber adaptado los cinco libros, ya que la historia resulta demasiado enrevesada y no se entiende nada. Pues bien, según nuestra revista favorita eso es una muestra de “valentía”. O lo que es lo mismo: de cojones. ¿Conclusión? En el mundo pedante, cuanto más ambicioso sea el proyecto, mucho mejor. Si luego no se entiende nada, siempre podemos decir que la película atiende a una narrativa que “no se empeña en explicarlo todo”. ¡Por supuesto! ¿Para qué hacerlo? ¡El verdadero pedante entiende sin que le expliquen! Habrá, claro, quien opine que la película está llena de “agujeros”, pero Rockdelux sabe qué tipo de personas son ésas: ignorantes. Lo que esos idiotas confunden con “agujeros”, en realidad se llaman “elipsis”. Regla básica para los pedantes: pon nombre a las cosas y no tendrás que explicarlas; todo el mundo pensará que si has usado la palabra es porque comprendes el concepto.

También he escuchado a muchos quejarse de que la película no tiene batallas. Evidentemente: si Alatriste “no prioriza las escenas de acción” es, de nuevo, porque se trata de una película “valiente” que “evita caminos trillados”. El gran enemigo de los intelectuales es el entretenimiento: para ellos, como vimos, el placer sólo se obtiene sufriendo. Por eso los pedantes tienen millones de recursos con los que atacar a los que defienden el cine de acción. Lo más fácil, ya lo decíamos antes, es utilizar una palabra clave que cierre la boca a los demás. Y en este caso esa palabra mágica es “efectista”. Ahora bien: si eres un verdadero pedante, lo que tienes que hacer es completar tu argumento citando a algún autor chungo, preferentemente francés. Para ilustrar estas reglas volvemos a Rockdelux: “Alatriste está más cerca de Bernard Tabernier que de Ridley Scott: es real y física, no efectista”. ¿Os dais cuenta? Que levante la mano quien se atreva a llevar la contraria a alguien que te dice algo tan profundo y erudito.

No quisiera terminar sin describir el recurso más rico y literario de todo pedante: el epíteto. Si quieres que tu opinión parezca sólida, usa adjetivos. Los mayores disparates parecen cosas serias si se utiliza el adjetivo adecuado. Por ejemplo: ¿quieres defender a Viggo Mortensen? Basta con que digas que su interpretación es “apesadumbrada y lacónica”. Y si alguien te replica, acude al cripticismo, otro gran amigo: “Viggo Mortensen dota de misterio y profundidad, incluyendo el extraño acento, a un personaje que hace suyo”. El acento de Alatriste no es ridículo, como pensábamos, sino “extraño”, y si no le entendemos no es porque sea plano, sino porque es “misterioso”.

¿Habéis tomado nota?

4 comentarios:

n. dijo...

¡Ja, ja! La verdad es que los tienen cuadrados, deberían reivindicar inmediatamente Ellas y el sexo débil, una serie valiente en su retrato de la guerra de sexos aplastada por la falocracia galopante. Y el caso es que algunos seguimos comprándola...

Anónimo dijo...

Si damos un voto de confianza, al que ha escrito el artículo le ha gustado la película o es fan incondicional del dire. Pero creo que la cuestión no es de pedantes, intelectuales, etc., sino de cuánta pasta ha recibido no sé quién por que se publique ese artículo.
Magapola

Anónimo dijo...

Lo ha escrito Pérez-Reverte con pseudónimo, seguro!!!
Jajajaja!, Rfa, me encanta cuando te pones a criticar, tan "mordácico"...o sardónico...o cáustico...Otro recurso de los pedantes, utilizar muchas esdrújulas, porque si una interpretación es "lacónica", no puede ser mala. A que no?

Anadja dijo...

Jijijijiji (risita maliciosa). Sólo es comparable a aquella vez que leí en nuestra ¡oh! ínclita revista, una crítica de "La guerra de los mundos" que casi elevaba la película a la categoría de obra maestra de la ciencia ficción.
Flipo.
Jijijijiji!