No. Otra vez no.
No sé vosotros, pero yo siempre tengo que repetir el proceso de verificación de la palabra (guachichirri) cuando quiero hacer un comentario en este blog y, a veces, en otros registros de autenticación. Esta tarea se convierte en algo realmente frustrante y repetitiva a modo de El día de la marmota, que me hace sentir torpe, disléxico, manazas, daltónico, cuatroojos,..., y lo peor de todo, no sé muy bien para qué sirve, si es que sirve para algo. Quiero pensar que sí.
Es como los tests de daltonismo a los que nos hemos enfrentado desde pequeños y que tantos silencios e incomprensión me han provocado. Sencillamente, nunca veo el numerito oculto bajo los círculos de colores. Cuestión que dificilmente podía hacer pública o contar cuando los demás lo identificaban como algo trivial y obvio - "¡Es un tres!" decían todos a la vez. Y yo allí, callado, agazapado, con la vista fija, concentrado, borracho y mareado de ésos malditos circulitos de colores, esperando que surgiera el número triunfal, así, de repente, de la nada. Pués no, nunca aparecía. Yo siempre veía el número 8 que, a fuerza, se convirtió en mi número favorito.
8 comentarios:
No te preocupes, Walter, que todo en el mundo de las telecomunicaciones tiene una explicación lógica, o eso dicen, y te aseguro que los numeritos del infierno son realmente útiles. A mí los tests de daltonismo no se me daban del todo mal, con lo que no podía era con los dibujos esos en 3D. Me sentía como el gordo de Mallrats, intentando ver un barco que todo el mundo veía menos yo. O, y eso lo he pensado más tarde, quizás yo fuera el único capaz de reconocer mi fracaso.
Je, je, Walter. No te preocupes si no ves el 4. Yo lo veo perfectamente y eso no me hace mejor persona.
Tus historias de traumas me han hecho recordar mis años de colegio. En Murcia no nos hicieron muchos tests de daltonismo porque los profesores eran mucho más chungos: ¡nos hacían pruebas de fimosis! Eso sí, te sorprendería saber la cantidad de cosas que aprendí sobre la vida hablando con mis compañeros sobre aquella horrible prueba.
¿En serio hay un 4? ¿O es tu número preferido? A mí, en general, me gustan los pares, pero ése es otro tema.
Muy fuerte lo de tu cole y la fimosís. ¡Qué chungos! Yo también la viví, pero en un terreno más familiar.
Mañana es viernes.
n., perdona, pero no creo que sea un fracaso, sino un pequeño defecto. Todos los tenemos. Hay a quienes les gusta llevar el pelo rizado engominado.
Tengo que informarme de ese sistema de seguridad, intuyo que es para engañar al software y confíar en el saber humano, pero tengo mis reservas.
Mi novia dice que ve un seis. Y que no lee el blog. Me va a dar algo.
Es un 6. De cajón. A ver si me voy a enterar aquí de que soy daltónico, después de tantos años...
¿Pruebas de daltonismo?
¿De fimosis?
Me vais a perdonar, no sé si es porque yo he nacido ya en los 80, pero... A mi las únicas pruebas que me hicieron en el cole fueron las de gimnasia, y los exámenes. ¡Y eso que era de monjas!
Eso sí, hace poco en mi trabajo nos hicieron un reconocimiento médico-está claro que si estás enfermo te echan- y descubrí que tengo una tensión de entre 4 y 9, seguro de vida, según el médico- menos mal porque pensé que igual estaba muerta, como en "Los Otros"-
y que oigo mejor por el oído izquierdo...
Qué cosas...
Walter, si te sirve de consuelo yo tengo problema con algunos verdes y azules, no soy daltónica pero confundo colores, que para el caso...
¿Alguien me puede explicar para qué sirve la palabra de verificación? ¿es realmente un sistema seguro? la informática no es lo mío;)...
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