lunes, 15 de febrero de 2010

Premios Goya 2010, conclusiones

De toda la gala me alegra saber que Raúl Arévalo, de Gordos, se ha llevado el goya al mejor actor de reparto, teniendo enfrente al mismísimo Resines, que todo sea dicho, está pero que muy bien en Celda 211, que por supuesto iba en mis apuestas por delante del cansino Ricardo Darín.

En mejor actriz protagonista no tenía yo una opinión muy formada. No he visto Y yo También, pero estoy segura de que Lola Dueñas se lo merece. Por cierto, ¿qué se había tomado antes de subir a por el premio?

Me deja así un poco tristona que el actor de Pagafantas, Gorka Otxoa no se haya llavado el goya al actor revelación. Todo hay que decir que Alberto Ammann tiene mucho tirón. Pero para tirón el de Tosar, el más merecido.

Por lo demás, yo le hubiera dado el Goya al mejor director a Amenábar, creo que dirigir tan bien una película como Agora merece un premio, además que sabemos que es un director tan bueno haciendo una película con presupuesto de estudiante como de mega-super-producción hollywoodiense.

Y bueno, como colofón final, ¿qué os pareció el discurso de Pedro Almodóvar? Yo creo que, al margen de disputas que no me interesan, eso de reconciliación con la Academia es un poco a medias, más bien es como os hago un favor que no debería.

4 comentarios:

Rfa. dijo...

Como tengo muchísimas cosas que decir, las ordeno por puntos y que cada cual lea lo que le apetezca.
UNO: Agora es una película valiente y muy bien hecha, no tengo claro que la de Monzón sea mejor cine. Conseguir que la gente se trague una historia sobre filósofos de dos horas tiene su mérito, ¿no?
DOS: Me encantó cuando al locutor de TVE se le escapó aquello de "tal y como va la noche para Trueba, no se puede decir que El Baile de la Victoria haya sido un título profético". Yo no he visto la peli, pero cada vez que se quedaba a dos velas en cada categoría a la que había sido nominado, el pobre Fernando no sabía a dónde mirar. En sentido figurado, claro, no seáis malpensados.
TRES: Madre mía, cómo se parece Daniel Monzón a Gallardón.
CUATRO: Lo de Almodóvar fue una bajada de pantalones de la Academia en toda regla. Cuánto ego, cuánto rollo tiene este Pedrito, pero también qué listos Buenafuente y Álex de la Iglesia al tener esa idea tan genial de sacarlo al final de la gala, qué pelotazo de audiencia, qué morbazo. Cine, televisión y telebasura juntos, la fórmula perfecta.
CINCO: Cuantísimo lloramos en casa con el premio a Antonio Mercero, otro punto televisivo para la gala, y emotivo para Álex. Ya sea por La Cabina, por Verano Azul o por Farmacia de Guardia, este señor está en nuestros corazones.
SEIS: Me gustó el discurso de Álex de la Iglesia a pesar de la demagogia de "los que de verdad importan son los obreros que no tienen trabajo, no nosotros" y de que se pasara con el látigo. Vaya cojones, echarle la bronca así a las teles productoras de las pelis que estaban compitiendo.
SIETE: Descubro asombrado esta mañana que Marta Etura y Luis Tosar son pareja. Cuánta química entre ellos, y cuán poca entre Goya Toledo y Juan Diego, sin duda la peor pareja de la noche.
OCHO: ¿Qué pensaría Javier Sardá cuando viera a su hermana hacer el chorra con Buenafuente? ¿La llamaría y le diría "hermanita, ya te vale"? ¿O ni siquiera vería la gala?

Camilo dijo...

No sé cómo funciona esto de la Academia pero es curioso:

1. Que la película presentada para los Oscars, el Baile de la Victoria, sea la menos premiada por los mismos que la presentaron.

y 2. Que el Goya a la mejor actriz revelación sea ¿¿Soledad Villamil?? Más que el premio habrá agradecido el piropo, digo yo.

Don't know nothing.

Alis dijo...

A mí, que era la primera vez que me tragaba entero un sarao de estos, lo que más me impresionó es que muy poquitos de los que subieron a recoger la estatuilla de marras sabían hablar.
Habría bastado con no empezar por un "joder qué fuerte", o terminar con un "se lo dedico a mi madre, a mi padre y a mis amigos del barrio, que los quiero mucho, os quiero a todos, os quiero, de verdad, nos queremos todos un montón". Cuánto paletismo y cuánta cursilería, por dios.
De "los cómicos" sólo se salvó Bardem, habiendo algo más de nivel discursivo -qué digo, simplemente un mínimo exigible a cualquier hijo de vecino- entre el resto de los colectivos del mundillo (guionistas, maquilladores, directores, etc.).
¿Habrá que creerse el estereotipo de que los actores fuera de la pantalla no saben hablar?

Hormiga dijo...

Joer eso pienso yo! Todo el mundo habla de reconciliacion y yo lo que vi alli fue un poco menos que chupadme el culo por venir aquí a decir que me chupeis el culo! Perdon por la expresion, pero asíN fue. He dicho.