Una noche en el canal
La historia de acontecimientos de los Teatros del Canal es un despropósito:
I: El arquitecto Juan Navarro Baldeweg gana el concurso público para proyectar y dirigir la obra de los Teatros del Canal.
II: Retrasos de cuatro años en la finalización de las obras.
III: Se dispara el presupuesto a 72 millones de euros cuando la cifra inicial era de 50.
IV: Esperanza A. y su equipo de gobierno responsabiliza a Juan Navarro Baldeweg de este descalabro.
V Esperanza A. y su equipo de gobierno despiden a Juan Navarro Baldeweg.
VI: Protesta de arquitectos e intelectuales por este despido fulminante.
VII Esperanza A. y su equipo de gobierno readmiten a Juan Navarro Baldeweg
VIII: Esperanza A. y su equipo de gobierno nombran "a dedo" al director artístico: Albert Boadella
IX: Millonaria inauguración en tiempos de crisis.
X: Albert Boadella anuncia la programación, cuya primera representación será Una noche en el canal de, sorpresa, Els Joglars.
En mi opinión esta primera obra debería ser un vodevil, del tipo Una noche en la ópera de los Hermanos Marx, que represente no tanto los géneros (música, teatro, danza y lírica) que tendrán allí cabida como pretende Boadella sino el desacierto de Esperanza A. y su equipo de gobierno, Juan Navarro Baldeweg y Albert Boadella.
4 comentarios:
Se te ha olvidado mencionar, Walter, que Baldeweg acaba de ganar la Medalla de Oro de la Arquitectura 2008. A mí, personalmente, siempre me encantó su biblioteca de Puerta de Toledo.
Respecto a los Marx, hoy decía el periódico que el 35% de sus chistes está mal traducido. O sea, que cuando decíamos aquello de "qué gracia, no tiene sentido", en realidad no lo tenía en absoluto.
Me parecen tan vulgares este tipo de rollos... Politizar el arte es lo peor que se puede hacer.
Vi una exposición de cuadros de ese arquitecto y me niego a pensar que tenga culpa de nada.
Y a pesar de los pesares, y de que Els Joglars hace muchos años que dejaron de gustarme (luego vino aquella serie espantosa que hizo en TV), otros tiempos vendrán y me alegro de que exista otro espacio escénico público.
Desconozco los motivos, pero Baldeweg no tiene fama de irresponsable en absoluto, sino de alguien que se toma con mucha ilusión y responsabilidad su trabajo.
Publicar un comentario