Caos
Hay ocasiones en las que cuando vuelvo a casa todo está inmaculado, muy limpio y ordenado, sin periódicos ni revistas ni papeles por medio, sin cacharros ni platos en el fregadero, sin manchurrones en el suelo, sin trastos ni migas sobre las mesas, etc. Aunque tardaré en acostumbrarme a esta situación de limpieza encontrada, por el momento disfrutaré no tanto manchando sino rompiendo ese equilibrio de pulcritud y de organización, simplemente dejando un vaso sobre una mesa o el bolso en una silla. Es un pequeño placer doméstico. Y un acto de rebeldía.
Igual un día de éstos Barcelona, esa gran marca, en vez de levantarse con el sempiterno caos logístico en su red de transportes e infraestructuras, se despierta con sus líneas de metro y de tren, red eléctrica, El Prat, AVE y demás funcionando sin problemas, de manera tan pulcra y ordenada como encuentro yo a veces mi casa.
6 comentarios:
El nivel de desorden de mis cosas suele ser equivalente al desorden existente en mi cabeza. Mi mesa de estudio (así la llamo) en estos momentos contine botellas vacías, libretas a medio usar, libros apilados, películas prestadas, cartas del banco, disquettes, pases de puerta, monedas, etcétera, etcétera, etcétera.
Mi casa se desordena cuando tengo exámenes y cuando llueve: los exámenes hacen que sólo piense en exámenes y abandone lo demás al caos; la lluvia hace que cuelgue la ropa en el salón.
Yo tengo un orden-desorden esquizofrénico; hay cosas que necesito tener muy ordenadas, como mi mesa en el trabajo o la cocina en casa, y en otras necesito un margen de desorden, de flexibilidad, de papeles dejados encima de una mesita y abrigo tirado en el sofá. Yo creo que es mi manera de compensar el mantener las otras partes ordenadas sin volverme maniática.
Mira, igual que Barcelona; diseñaron su ensanche de esa manera tan geométricamente cuadriculada y ordenada, que el caos se abre paso por donde puede, para compensar...(que me perdonen los barceloneses...)
Mejor, ¡mucho mejor!, un desorden antiguo que un Orden Nuevo.
Rfa., hasta que comprendí que no quieres meter ropa mojada en el armario, me lo estaba pasando en grande imaginando que cuando hace sol tenéis ¡toda! la ropa colgada en un balcón.
WKF, ¿de verdad crees que una asistenta arreglaría el caos de Barcelona? ¡Pues vete tú a saber si diste con la solución real!
Ahora mi labor de los sábados es tratar de recomponer el caos que he ido creando durante la semana, y trasladar la montaña de ropa del escabel a la lavadora. Como le pasa a Magapola, el estado de mi entorno es un reflejo del estado de mi mente.
Todo es por compensar, yo soy un caos ,un desorden, como toda buena hija de la naturaleza pero con mi vida suelo ser una persona más equilibrada.
No esta mal ahora que pienso, equilibrada en lo espiritual y desequilibradad en lo material. Puff, no me lo creo ni yo...
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