jueves, 30 de noviembre de 2006

Yagudin o la increíble historia del hombre de las manos agujereadas

Creo que Nils, o Nid, como le llaman, profesor de universidad y protagonista de esta historia, nos quiere presentar a Yaudin, al Yaudin de su final, al Yagudin de sus entrañas, Yagudin el Seco, Yagudin el secuestrador, Yagudin el degollador, la certeza de la destrucción ineluctable, la certeza fría y negra de hacer daño, Yagudin, el hombre de las manos agujereadas... Terrible, ¿verdad?

¿Que quien es Nid? Nid es un tipo sin grandes preocupaciones, nos cuenta que vive en Toulouse, que tiene una exitosa y prometedora carrera académica, que está casado felizmente con Alice, una mujer con la que comparte a la perfección su forma de vida, que es padre dos preciosas e inteligentes niñas, que... Pero dejemos que nos diga él quién es:

Sexo, dinero, poder, eran todas cuestiones, si no resueltas, al menos satisfechas. Había alcanzado una especie de perfección terrenal: un hogar-reino en el que yo lo controlaba todo. Si por casualidad un día intuía un atisbo de frustración iba a comprarme un disco. No existía dificultad existencial alguna que no considerara solucionada a través de la construcción de una sólida discoteca personal.
Eso, antes de Yagudin. Antes de que él llegara para saquearlo todo.


Pero es que además de sumergente con su lectura en la persecución de alguien que no deja pistas y al que no has visto nunca, al buscar desesperada y enloquecidamente a alguien que, al fin y al cabo, forma parte de una historia que se cuenta a los niños antes de acostarse, Philippe Ségur, el autor de esta historia, nos hace reflexionar a través de su personaje sobre temas extremadamente interesante y de gran actualidad, como la relación incómoda entre medios de comunicación y el terrorismo. Extraigo al respecto este fragmento:

A Nid le divierte mucho leer esos artículos. No se le ocurre tomárselos al pie de la letra. Piensa que lo que interesa es asustar. Considera que los auténticos terroristas trabajan en televisión. Cada vez que la enciende, la tele dice: "Tenéis miedo". Antes decía: no conduzcáis o moriréis en la carretera. O bien: no fuméis, vaís a contraer cáncer. O si no: no salgáis, llueve muchísimo. Y siempre: "Tenéis miedo". A veces el precedimiento era más insidioso. Era algo así como: ¿está seguro de querer comerse lo que tienen en el palto? ¿Está seguro de querer salir después de las diez? La misma pregunta contenía la respuesta. Ahora es todo más directo. Ahora es un simple "tenéis miedo", sin preliminares. Y luego enseñan gente que tiene miedo, gente que dice que la gente tiene miedo y gente de uniforme que da miedo.

En esta obra tenemos la oportunidad de descubrir la inquietante capacidad que tienen las antiguas leyendas de hacerse realidad. Una novela que ya prestigiosos diarios como France Soir, han dicho de ella que se lee con el corazón palpitante y sin respiro de la primera a la última página, lo cual describe exactamente la sensación que tuve al leerme el libro, al igual que en Le Magazine Littéraire, al decir que cuando se abre el libro ya no vuelves a cerrarlo.

Yagudin o la increíble historia del hombre de las manos agujereadas, Philippe Ségur, traducción de María Fernández Soto, Alfaguara.

Magapola

2 comentarios:

n. dijo...

Vale, acabas de crearme una fijación: ahora sólo pienso en lo mucho que me apetece leerme este libro. No sé cómo será el resto, pero creo que no puedo estar más de acuerdo con los pasajes que has escogido. Si por casualidad un día intuía un atisbo de frustración iba a comprarme un disco. ¿Eso lo he escrito yo? Ah, no...

Antikhristas dijo...

Cieto n., a qué esperas para comprarlo? qué ganas de leer me han entrado, Magapola!por desgracia qún tenemos que estar un rato sacando el país adelante...