2. Buffy, cazavampiros. Y en segundo lugar, la decisión que más desgarros de ropa ha provocado. Puede que darle un segundo puesto sea exagerado, pero también es un poco reduccionista lanzar Buffy al saco de las series adolescentes descerebradas tipo “Salvados por la campana”. Años después, su legado pervive en grandes series como Verónica Mars o Las Chicas Gilmore, en esos diálogos marca Whedon, velocísimos y trufados de referencias pop, y en una libertad absoluta para mezclar estilos casi contrapuestos. Que sí, que muchas veces bordeaba la tontería, pero capítulos como “Hush” (¡capítulo mudo!), “The body” (¡dogma!) o “Once more, with feeling” (el famoso capítulo musical) son parte de la historia de la televisión, y pocas series han mostrado ese nivel de osadía. Ya le gustaría a los pringaos de "Héroes"...
3. Los Soprano. La serie que ha dado categoría intelectual a la televisión. Aunque en la época de su estreno mucha gente pensaba que era una versión televisiva de “Una terapia peligrosa”, a lo largo de sus 6 temporadas se ha ido convirtiendo en una serie casi metafísica, en una tragedia shakesperiana de resonancias realmente profundas. Es como el “Ulises” de la televisión. A veces me pregunto cuánta gente que la cita la ha visto realmente.
4. El ala oeste de la Casa Blanca. Aaron Sorkin puede parecer en ocasiones el listillo de la clase, pero hay que reconocerle su capacidad para meterse en los entresijos de la gran maquinaría y resultar entretenido y revelador. En España, sin ir más lejos, lo intentamos y nos salió “Moncloa, ¿dígame?”. Va tan al milímetro que ha resultado casi profético, casi adelantando el advenimiento de Obama. Luego intentó repetir la fórmula, trasladándola al mundo de la televisión con “Studio 60 in the Sunset Strip”. Y se la pegó. It's the politics, stupid!
5. Perdidos. LA SERIE que ha marcado la nueva Edad de Oro de la televisión, y es que más que una serie se trata de una experiencia vital. Ya hemos hablado mucho sobre Lost por aquí, así que remito a los divertidísimos análisis capítulo a capítulo que hizo Rfa. sobre las primera, segunda y tercera temporadas.
6. 24. Si le quitamos cierto tufillo fascistoide y suspendemos temporalmente nuestra incredulidad, se nos queda uno de los entretenimientos más brutales que ha parido la televisión. Acción en estado puro, con algunos de los cliffhangers más impresionantes que se han visto en la pequeña pantalla y una realización que ha puesto patas arriba todo el cine de acción posterior. ¿Bourne? Y un huevo, ¡Bauer!
7. Friends. Epítome del buenrollismo fraternal, el único defecto que se le puede poner es que, de tan perfectos que eran sus protagonistas, podían llegar a resultar un poco repelentes. A pesar de todo, Friends perdura en la memoria gracias a unos diálogos inteligentísimos y a una sólida construcción de personajes que permitía que cada espectador pudiera identificarse fácilmente con su protagonista favorito. A día de hoy no tiene sucesora, excepto quizás, y de modo puntual, “How I met your mother”. Le-gen-da-ry, pues.
8. The Wire. En el extremo opuesto a la profiláctica e hipertecnológica pulcritud de C.S.I. se encuentran estos policías a los que no les queda otro remedio que patear las calles y tirar de confidentes, que hacer mil pirulas y reverencias para conseguir un triste micrófono. En formato semi-documental, si te esfuerzas es casi posible oler el orín y el sudor de los barrios deprimidos de Baltimore. Tan real que acojona. La oficina de turismo de Baltimore no debe estar demasiado satisfecha, sin embargo.
9. Expediente X. La madre del cordero. Quizás Twin Peaks fuera la primera serie con ambición cinematográfica de los 90, pero Expediente X fue la primera capaz de generar todo un culto a su alrededor, desarrollando una de las mitologías más complejas que se habían visto hasta entonces en la pequeña pantalla. Sin ella, probablemente no existiría “Perdidos”. Esperemos que no copien el final.
10. Spaced. Sin tanto presupuesto como sus hermanas americanas, las series británicas se ven obligadas a sobrevivir a base de guión. Y bien que lo hacen, porque la televisión británica ha dado algunos de los productos más interesantes de los últimos años, como "Life on Mars" o "Coupling". Personalmente me enteré de la existencia de "Spaced" gracias a esta lista y, por lo poco que he podido ver, no tiene mala pinta, con un toque un poco noventero, tipo Peter Bagge o "Singles". Veremos...